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La pequeña ciudad argentina de Santa Isabel, en la provincia de La Pampa, ha sido invadida por millones y millones de escarabajos ‘cascarudos’ o ‘bichos torito’, como son conocidos localmente, que, tras emerger de la tierra, se han apoderado de plazas, edificios y parques.
Las redes sociales tienen imágenes en donde se pueden observar cajas y contenedores con cientos, tal vez miles, de escarabajos que han sido retirados de techos de edificios y viviendas, en donde estos molestos, aunque inofensivos insectos buscan huecos y zonas obscuras como refugio durante el día.
Varios techos de diferentes viviendas han sufrido daños debido al peso generado por la impresionante cantidad de cascarudos. Los insectos bloquean las tuberías y pueden estropear las conexiones eléctricas, explicó el jefe de la Policía local, Omar Sabidini.
«Caen a los techos como si fuese granizo y también se los puede ver en la ruta, golpeando en el parabrisas o techos de los autos que circulan», comentó el intendente municipal, Cristian Echegaray.
Las hembras se conocen con el nombre de cascarudo y son capaces de volar, aunque su vuelo es algo errático y poco controlado. A pesar de que son completamente inofensivas, estos insectos pesados chocan violentamente con todo lo que se cruza en su camino, por lo que se recomienda cubrir cara y ojos para evitar lesiones por impactos.
Los machos se denominan bichos toritos debido a una pinza que posee cerca de su cabeza que es similar a dos cuernos y no es capaz de volar.
Los pueblos del oeste pampeano, en todos los veranos, padecen la “invasión” de bichos torito o también conocidos como “cascarudos”, aunque no en la cantidad que sufre la ciudad de Santa Isabel, con los récords de calor y temperatura que se están dando durante el verano argentino.
Las imágenes se viralizaron. Una de las imágenes más virales fue una foto de cinco cajas repletas de bichos la cual fue retirada del techo de la comisaria de Santa Isabel.
Las autoridades han dejado de encender el alumbrado público con la esperanza de que los insectos «se vayan y encuentren otro pueblo», ya que a estos animales los atrae la luz, una medida que ha mostrado ser efectiva. A su vez, colocaron barriles con fuego en distintos puntos, con el fin de que los insectos se dirijan hacia las llamas.
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