Los títulos que pierde el príncipe Andrew se debe a su retirada por parte de Isabel II tras el escándalo por los abusos sexuales.
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El príncipe Andrew pierde los títulos militares después del escándalo por su juicio por abuso sexual. Lo han avanzado al saber que la Justicia de EE.UU. rechazará archivar una demanda de abusos sexuales en su contra.
El príncipe Andrew pierde sus títulos militares
Ha sido la misma reina Isabel II quien ha retirado al príncipe Andrés de Inglaterra todos sus honores militares. Además, también le ha retirado todos los mecenazgos reales. Ha tenido lugar un día después de que la Justicia de Estados Unidos rechazara el intento de sus abogados de desestimar la demanda de Virginia Giuffre.
Esta fue la mujer que acusó al príncipe de abuso sexual. Un grupo de veteranos había enviado una carta a la monarca pidiéndole que retirara al duque sus funciones militares y en la que manifestaron su «disgusto y enfado». En un comunicado, el Palacio de Buckingham ha afirmado que el duque seguirá «sin asumir ninguna función pública». Una fuente del palacio ha informado además a la BBC de que dejará de usar el nombre de «Su Alteza Real» como título oficial.
Los títulos militares que pierde el príncipe Andrew
Por su parte, la Casa Real británica ha explicado en un comunicado que «con la aprobación de la reina y su acuerdo, los títulos militares del duque de York y sus patrocinios reales han sido devueltos a la reina». El comunicado indica también que el príncipe Andrés «continuará sin realizar labores públicas y llevará a cabo la defensa de su caso como un ciudadano privado». De esta forma estaban haciendo referencia al juicio al que se enfrenta por su presunta implicación en un escándalo de abuso sexual a una menor.
Su relación con Jeffrey Epstein
Por otro lado, según el Palacio de Buckingham y la cadena británica BBC, el duque también dejará de recibir el tratamiento de alteza real como título oficial. El príncipe Andrés rechazó por siempre sus funciones públicas como miembro de la familia real en noviembre de 2019. Tuvo lugar tras una polémica entrevista en la BBC en la que intentó marcar distancias con el caso del financiero estadounidense Jeffrey Epstein.
