Francia multará con hasta 1.000 euros a las empresas que puedan imponer el teletrabajo a sus trabajadores, pero que no lo hagan.
Francia informa de que para aquellas empresas que, pudiendo tener a sus empleados teletrabajando les obligue a acudir a la oficina, habrá multas importantes.
Se trata de una sanción administrativa que pretende ser la respuesta rápida destinada a una minoría de empresas que ignoran las obligaciones del teletrabajo cuando es posible. El país enfrenta una difícil situación con el aumento de casos de covid por la variante ómicron, y los bajos números de vacunados.
Según la ministra, Élisabeth Borne, «hay una minoría de empresas que se niegan a implantar el teletrabajo cuando es posible, y estas se exponen de multas de 1.000 euros por cada trabajador que no tengan en sus casas», ha reiterado, con lo que se mantiene la firmeza del gobierno francés de querer sancionar a las empresas que no respeten las obligaciones del teletrabajo cuando sea posible.
“Con el bastón en la mano, es lamentable” se quejó Francois Asselin, que preside la Confederación de Pequeñas y Medianas Empresas. “Hubiésemos preferido que se apoye en la confianza más que en la obligación. Nosotros sabemos usar el teletrabajo y conocemos sus límites” dijo.
Las multas son de «1000 euros por empleados hasta un límite de 50.000 euros por empresa «, ha aclarado la ministra.
Élisabeth Borne también ha recordado este jueves que las inspecciones de la inspección del trabajo (alrededor de 5.000 por mes) estaban destinadas sobre todo a ser educativas y que «la sanción es solo el último recurso». “Vemos que la mayoría de las empresas se están adaptando (…) Tenemos algunas empresas que no lo hacen, que no siguen las recomendaciones de la inspección del trabajo, y que aprovechan la duración del trámite para no cumplir la recomendación. Esta sanción entra en vigor por no respetar las reglas».
El gobierno ha decidido hacer obligatorio el trabajo a distancia de tres a cuatro días a la semana «siempre que sea posible».
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