Temas cubiertos
Una enfermera italiana fingía vacunar del coronavirus por 400 euros para que los pacientes obtuvieran el green pass.
Una enfermera fingía realizar el pinchazo de la vacuna contra el coronavirus a cambio de 400 euros.
Lo hacía con el objetivo de que los pacientes obtuvieran el certificado de vacunación. La mujer fue arrestada este 21 de diciembre en Palermo, en Sicilia, al sur de Italia.
No es la primera vez que sucede algo similar en Italia.
Este caso se une a otros fraudes y delitos fraguados y llevados a cabo en el país con el fin intentar obtener el certificado de vacunación necesario para numerosas actividades.
A cambio de realizar el pinchazo, la enfermera descargaba en una gasa la dosis de vacuna y luego pinchaba la jeringuilla vacía en el brazo del «paciente», según han revelado las imágenes capturadas por una cámara colocada en el centro de vacunación donde trabajaba.
La investigaciónl, llevada a cabo por la unidad de investigación y operaciones especiales de la policía de Palermo, terminó con dos arrestos. El de la enfermera y el del líder de un movimiento antivacunas Filippo Accetta y otro complice Giuseppe Tomasino, participes en esta trama de corrupción y falsificación.
Entre la decena de «clientes» que fingieron vacunarse para conseguir el certificado de vacunación se ha identificado a los dos detenidos, así como un policía de la comisaría de Palermo y otra enfermera del mismo centro.
Los agentes han bloqueado su green pass necesario para acceder a restaurantes y locales de ocio en Italia. Por otra parte, han anunciado que suspenderán al policía y a las enfermeras, que necesitan estar vacunados para trabajar.
El comisario para la emergencia del coronavirus de Palermo, Renato Costa, explicó la situación durante este martes 21 de diciembre. Ha zanjado el asunto diciendo que era un «episodio aislado». Sin embargo, ha explicado que absolutament todo «el personal sanitario del centro de vacunación de Fiera del Mediterraneo se sienten traicionados».
Cinco muertos y casi 400 evacuados al chocar un avión comercial con una aeronave de la Guardia Costera en un aeropuerto de Tokio, Japón.
Una mujer llamada Susan solicitó el divorcio después de mirar una foto tomada con su familia y descubrir un terrible secreto.