Unos padres de una niña con discapacidad denuncian al colegio al que asiste su hija, pues los profesores atan la mascarilla a la cara de la menor.
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Unos padres de una niña con discapacidad denuncian al colegio al que asiste su hija en EEUU, pues los profesores ataron la mascarilla a la cara de la menor para que no se la quitara.
Atan la mascarilla a su cara
Desde hace semanas los profesores de la niña con discapacidad, que no habla y tiene la lengua agrandada, le atan la mascarilla a la cara para que así permanezca durante el horario escolar.
Jefferey Steele, padre de Sofia Steele, la niña afectada, explicó que su hija no habla y tiene macroglosia, un trastorno en el que la lengua es más grande de lo normal.
Por sus características, Sofia tiene un plan educativo individualizado y los educadores deben informar a los padres con cualquier cambio hecho en dicho plan. Debido a la macroglosia que afecta a su hija, considera que llevar una mascarilla es peligroso para su salud.
En su ciudad no es obligatoria la mascarilla
El colegio de primaria, el Ocean Breeze Elementary School de Indian Harbour Beach, había implementado el pasado septiembre sus propias normas respecto al uso de mascarillas enfrentándose a lo estipulado por el Gobernador de Florida, Ron DeSantis, que eliminó el requerimiento de llevar mascarillas en los colegios.
Steele contrató a un abogado y sacó a su hija del centro. «No queremos que se convierta en un espectáculo», afirmó. Él y su esposa pusieron en marcha una campaña de recaudación en GiveSendGo llamada «Los derechos de Sofia». El propio Gobernador DeSantis se pronunció al respecto de este caso afirmando que estaba considerando introducir nuevas leyes que incrementasen las penas a las personas que obligasen a llevar mascarilla a niños sin consentimiento de los padres.
El centro no es culpable de abuso
«Como muchos profesores, conductores de autobús y otros trabajadores del centro atestiguan, en ningún momento, mientras tenía la mascarilla atada, mostró ningún signo de angustia, incomodidad, dificultad para respirar o ningún otro problema de salud», concluye la investigación. La Policía sí reconoce que el centro podría haber contado primero con la familia para informar de que procederían a ponerle una mascarilla a la niña, al igual que había ocurrido con otros niños del centro.
«No hay evidencias que sostengan que Sofia ha recibido daños físicos o emocionales. El caso está cerrado por infundado».