Militares usan gas lacrimógeno, cañones de agua a presión y granadas aturdidoras para repelar a los migrantes en la frontera entre Polonia y Bielorrusia.
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Militares usan gas lacrimógeno, cañones de agua a presión y granadas aturdidoras para repelar a los migrantes en la frontera entre Polonia y Bielorrusia.
Migrantes en la frontera
Imágenes difundidas por la televisión bielorrusa y la agencia estatal BELTA captan cómo efectivos polacos repelieron este martes con cañones de agua, gas lacrimógeno y granadas aturdidoras a un grupo de migrantes concentrados en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.
Las personas buscan entrar en la Unión Europea a través del paso fronterizo Bruzgui-Kuznica.
El Ministerio de Defensa polaco lo ha confirmado, añadiendo que los refugiados rompieron vallas y arrojaron piedras a los militares polaco.
«Kuznica: los migrantes atacaron a nuestros soldados y oficiales con piedras y están tratando de destruir la valla e ingresar en Polonia. Nuestras fuerzas utilizaron gases lacrimógenos para sofocar la agresión de los migrantes», afirmó el ministerio en Twitter.
También han declarado que los migrantes han sido equipados con granadas por los servicios bielorrusos y que han lanzado armas a los soldados polacos y a los oficiales.
Tensión entre Bielorrusia y Polonia
El ministerio de Defensa de Bielorrusia acusa a Polonia de una «militarización sin precedentes» en la frontera, alegando que el control migratorio no justificaba el despliegue de 15,000 tropas, tanques, elementos de defensa aérea, y otras armas.
Polonia, por su parte, afirmó que los migrantes fueron equipados con granadas por los servicios bielorrusos, y que lanzaron armas a los soldados polacos y a los oficiales.
Uno de los agentes polacos fue evacuado de la zona con heridas graves, después de que sufrir un impacto en la cabeza.
La situación se normalizó después y los migrantes comenzaron a regresar a su improvisado campamento en territorio bielorruso.
«Arreglo» entre Merkel y Lukashenko
El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, afirmó este martes que en la conversación telefónica que mantuvo ayer con la canciller alemana, Angela Merkel, le propuso una vía de arreglo a la crisis migratoria.
«Acordamos con Merkel que de momento no vamos a hablar concretamente de ello. Ella pidió tiempo, una pausa, para debatir esta propuesta con los miembros de la UE», dijo el mandatario.
