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Nasrin Sotoudeh es la abogada iraní y una de las activistas pro derechos humanos más conocidas tanto dentro como fuera de su país. Su lucha por defender los derechos de los más vulnerables de la sociedad la han llevado en dos ocasiones a la cárcel.
Nasrin siempre fue consciente de que en su Irán natal había mucho por lo que luchar, por eso decidió abandonar una vida llena de comodidades por otra dedicada exclusivamente al activismo político y social.
Acostumbrada a lidiar con frustraciones tan graves como la condena a pena de muerte a menores de edad, esta abogada iraní aceptó desde el primer día casos que otros abogados rechazaban por miedo. Su máxima es seguir sus principios y valores: luchar y defender a las mujeres, a las minorías, al colectivo LGTB y a artistas y periodistas frente a las leyes iranís que coartan sus derechos fundamentales; no importa el precio que ella misma tenga que pagar por ello.
La llegada del régimen de los ayatolás al país en los años 80 recortó infinidad de derechos y libertades al pueblo iraní, una de ellas fue la imposición a las mujeres del uso obligatorio del hiyab.
El marido de la activista, Reza Khandan, explicaba que esa siempre había sido una de las preocupaciones más grandes de su mujer ya que creía que si les oblibagan a llevarlo, entonces «podrán hacer con nosotras lo que quieran«.
En 2018, Narges Hosseini, siguiendo una protesta organizada en las calles y en las redes sociales, se quitó el pañuelo en público, acto por el que fue detenida y acosada de cometer «un acto pecaminoso«.
Nasrin la representó ante los tribunales para defenderla y poco después, la propia abogada fue detenida, juzgada y condenada por rebeldía. Su castigo impuesto fue de 38 años y medio de cárcel y 148 latigazos por defender a las mujeres que desafiaron la obligación del estado iraní de llevar el hiyab.
En la actualidad Nasrin sigue cumpliendo condena y su encarcelamiento ha logrado levantar ampollas en la comunidad internacional, donde no le falta ningún apoyo.
«Esta es una historia que para mí tiene muchos ángulos. Por un lado, habla de mujeres atrapadas en una dictadura, por otro, es la historia de la dictadura que clava sus garras en todos los aspectos de la vida cotidiana, en la sociedad y en las vidas que destruye», denunciaba la abogada.
Mientras tanto, su hija Mehraveh Khandan advierte de que ella «nunca se rendirá«.
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