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Fue arrestado el sábado 23 de octubre el jefe de la banda criminal del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga David, más conocido como ‘Otoniel’, el narcotraficante más buscado de Colombia, en una operación del Ejercito, la Policía Nacional y la Fuerza Aérea en el noroeste de Colombia.
Dairo Antonio Úsuga nació en 1971 en el municipio de Necoclí en el departamento de Antioquia. Otoniel es un reconocido narcotraficante internacional, fue ex miembro de la guerrilla del Ejército Popular de Liberación y del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia.
Será extraditado a una cárcel de Estados unidos, pues llevaba años en la lista de los más buscados por las autoridades del país.
Otoniel no usaba nada tecnológico, como teléfonos móviles para evitar ser rastreado, para comunicarse con los miembros de su organización, enviaba mensajes de voz que eran distribuidos en grabadoras y memorias USB y mediante correos humanos.
Para evitar que fuera capturado, Otoniel cambiaba constantemente el lugar donde pasaba las noches, por lo general era en la selva y en chozas de madera.
En estas chozas en zonas rurales las autoridades solían encontrar televisores de pantalla gigante, las bebidas costosas y los perfumes de lujo.
Otoniel entró como miembro del Ejército Popular de Liberación (EPL), una guerrilla que se creó en el año 1967, pero en la que se vinculó en 1991. Hizo parte de las filas de diferentes grupos paramilitares del país, como Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), y en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Hasta el momento tiene más de 120 órdenes de captura. Otoniel está acusado de delitos como: narcotráfico, asesinato, secuestro, extorsión, tráfico ilegal de armas, terrorismo y abuso sexual, entre otros cargos.
En el 2006, él y su hermano Juan de Dios Úsuga, crearon el famoso Clan del Golfo, también conocido como Los Urabeños. Esta red criminal se convirtió en el principal grupo que controlaba toda la droga que salía de Colombia hacia Europa y Estados Unidos.
Es acusado de los masivos desplazamientos de poblaciones en el Chocó y en otras regiones del Pacífico colombiano, en su mayoría en comunidades indígenas. Otoniel no solo se dedicaba al narcotráfico, también se benefició de la minería ilegal y el negocio de las armas.
«Este bandido era asesino de líderes sociales, reclutador de menores, violador de niños, niñas y adolescentes. Se conocía en la región por estar buscando niñas de 12, 13 o 14 años e intimidaba a familias y las extorsionaba para poder tener la virginidad de sus hijas», declaro el presidente Duque al anunciar su detención.
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