La pareja y 40 personas más quedaron sepultadas por material piroclástico tras la erupción del Monte Unzen, en Japón.
El documental Hacia el infierno, de Werner Herzog, ha recordado la historia de Maurice y Katia Krafft; una pareja de vulcanólogos que fallecieron cumpliendo su labor y llevando su pasión al límite.
Los Krafft, fallecieron en junio de 1991 arrasados por los piroclastos del inmenso Monte Unzen, en Japón, el documental dedica un fragmento a esta pareja, que sin lugar a dudas hizo historia.
Los Krafft, la pareja de vulcanólogos que hizo historia
Katie nació en Francia en 1942 y, desde niña demostró fascinación por los volcanes. A los siete años vivió su primera erupción en Sicilia y, a los 14, ingresó en la Sociedad Geológica de Francia.
Años después conoció en la Universidad de Estrasburgo a Maurice y, desde ahí forjaron su relación como una pareja gran de vulcanólogos que además de la pasión por su trabajo, ayudaron a miles.
La pareja viajó por el mundo y dejó huella con sus libros conferencias y, entre otras, Los Krafft no sólo estudiaban el fenómeno, querían estar allí donde la lava del volcán brotaba. La pareja realizó varios videos sobre los riesgos y cómo actuar durante una erupción. Incluso, en 1990 con el apoyo de la UNESCO, estrenaron la película Entendiendo los peligros volcánicos.
Entre las acciones a recordar de Maurice y Katia Krafft, está el momento en que convencieron a la presidenta de Filipinas Cory Aquino, de evacuar a la población cercana al Monte Pinatubo cuando este erupcionó en Filipinas.
El volcán que le dio fin a los Krafft
Maurice y Katia Krafft dejaron un legado respetable en la cultura popular, sin embargo, sus investigaciones durante su carrera fueron los aportes más grandes para la comunidad de vulcanólogos. Entre los sueños que cumplieron está el crear un parque de atracciones en el Parque Natural de los Volcanes de Auvernia. Así mismo, educar sobre volcanes y, crear la casa volcán.
No obstante, la vida de los Krafft se apagó el 3 de junio de 1991 tras la erupción del Monte Unzen, en Japón. En una de las exploraciones, la pareja y 40 personas más, entre ellas varios periodistas; quedaron sepultadas por material piroclástico que recorrió 4,5 kilómetros por la ladera del monte. El legado de los Krafft quedó en más de 300.000 fotografías, horas y horas de vídeo y una enorme dedicación por su comunidad. A la fecha continúan como uno de los pilares y más reconocidos vulcanólogos de la historia.
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