Masten Milimo Wanjala, el vampiro de Kenia que mató a 10 niños y se bebió la sangre de uno de ellos, ha huido de prisión y está en busca y captura.
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Masten Milimo Wanjala, el vampiro de Kenia que mató a 10 niños y bebió su sangre, ha huido de prisión. Wanjala confesó y escapó antes del juicio. Hay tres guardias detenidos por la fuga del vampiro de Kenia. Wanjala habría bebido la sangre de una de sus víctimas.
Wanjala, el vampiro de Kenia
Masten Milimo Wanjala está actualmente acusado de matar a 10 niños y beberse la sangre de uno de ellos. Lo conocemos como el vampiro de Kenia, pues así lo han catalogado desde los medios. La noticia de última hora sobre Wanjala es que ha escapado justo antes de celebrarse el juicio.
Masten Milimo Wanjala, el vampiro de Kenia, tiene 20 años. Debía comparecer ante un tribunal en el propio país de Kenia. Está acusado de múltiples asesinatos. El conocido como vampiro de Kenia fue detenido el pasado julio de este año 2021 después de que las autoridades descubrireran los cuerpos sin vida de dos menores en Kabete, a las afueras de Nairobi. Las víctimas fueron Junior Mutuku Musyoka, de 12 años, y Charles Opindo Bala, de 13.
El vampiro de Kenia ha escapado de la prisión
En aquel momento, tras su detención, Wanjala confesó haber matado a otros 8 niños. Esto significa que realmente ha asesinado a 10 niños en total. Según su explicación, lo habría hecho en los últimos cinco años.
Desde su detención estaba cumpliendo condena en la prisión de Nairobi. Las autoridades advirtieron su ausencia: no estaba por la mañana, cuando debían pasar lista. Actualmente el vampiro de Kenia está en busca y captura. El gobernador de la ciudad, Mike Sonko, ha ofrecido una recompensa de 1.500 euros para cualquier persona que ayude a su detención. Por otro lado, hay tres guardias de seguridad de la prisión que han sido detenidos por esta huida.
La desaparición de Wanjala, el vampiro de Kenia
La policía investiga si el asesino está relacionado con otras desapariciones. Intentan saber si actuaba solo o con cómplices. Los hechos es que Wanjala había llegado a pedir recompensa a los padres de algunos niños, pero estos no pudieron pagar sus rescates. El preso habría iniciado su senda asesina a los 16 años. El reguero de sangre de sus víctimas, como Purity Maweu, de 12 años, acabó en el estómago de Wanjala, justo antes de darle muerte.
Los cuerpos de sus víctimas, arrojadas al sistema de alcantarillado, no han aparecido. La ONG Missing Child Kenya ha explicado que más de 240 niños menores de 18 años han desaparecido desde 2020 en Kenia.
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