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En Irán, durante una pelea, un hombre de 45 años deja a su vecino ciego y es sentenciado a ser ciego.
El hecho ocurrió en el año 2018, cuando un hombre dejó sin visión de un ojo a su vecino durante una pelea, por lo que deberá pagar una condena a ser cegado.
La sentencia no aclara si es de un un ojo o ambos.
La ley en Irán permite castigar a los delincuentes de la misma forma que cometieron sus delitos, a esto se le denomina ‘quisas’ una norma que permite represaliar a los delincuentes condenados por actos de la misma forma.
No es la única vez que Irán condena a alguien a quedarse ciego. La primera sentencia se dio en el año 2008, cuando un hombre fue rociado con ácido por otro, pero la víctima perdonó a su atacante, por lo cual no fue efectiva la sentencia.
Según como lo cuenta el diario Daily Mail, en el año 2015, los médicos le sacaron un ojo a un preso que también había atacado a alguien con ácido.
En el año 2016 un hombre fue condenado a ser cegado por arrojar cal a los ojos de su sobrina de cuatro años que quedó sin visión.
En febrero del 2021 se conoció el caso de Hadi Rostami, un preso iraní de la cárcel en Urmía, provincia de Azerbaiyán Occidental en Irán, sometido a 60 azotes por parte de las autoridades del país y la amputación de cuatro de sus dedos.
El hombre fue culpado de robo en el año 2019. Según como lo cuenta Amnistía Internacional – un movimiento global en la lucha de la justicia- «estando en prisión, fue condenado a 60 azotes y ocho meses de cárcel por “perturbar el orden penitenciario” en relación con sus protestas pacíficas —huelgas de hambre incluidas— contra sus condiciones de reclusión inhumanas y las reiteradas amenazas en los últimos dos meses de que iba a ejecutarse de forma inminente la pena de amputación.»
El movimiento reprocha estas acciones y ha exigido que se anule la condena:
«Pedimos a las autoridades iraníes que anulen inmediatamente la sentencia condenatoria y la pena de amputación impuestas a Hadi Rostami y le concedan un nuevo juicio con las debidas garantías sin recurso a castigos físicos. Además, deben proporcionarle de inmediato la atención especializada para la salud física y mental que necesita fuera de la prisión» explica Amnistía Internacional en su portal.
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