Temas cubiertos
Han pasado 20 años de los atentados del 11-S, una serie de ataques terroristas que se produjeron el 11 de septiembre de 2001, cuando cuatro aviones fueron secuestrados e impactaron en las Torres Gemelas, en el Pentágono y uno de elllos fue derribado en Pennsylvania con rumbo al Capitolio o la Casa Blanca.
Los rescatistas, policías y bomberos fueron los primeros en aparecer para asistir a los heridos cuando las dos Torres se derrumbaron ante los ojos del mundo.
Durante el 11-S, murieron un total de 343 bomberos en Nueva York.
Dos décadas después hubo otros 200 han fallecido por enfermedades relacionadas con las tareas realizadas en la Zona Cero, donde se produjeron los atentados contra las Torres Gemelas. Las secuelas que tienen estos trabajadores que participaron en las labores de rescate del 11S son causadas, en gran medida, por la gran cantidad de polvo y humo que quedaron en la atmósfera.
El Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) ha elaborado un listado de algunas de las enfermedades o problemas que siguen padeciendo a día de hoy esas personas que trabajaron en el 11-S. Entre ellas se encuentra, tos crónica, dificultades respiratorias, congestión, daños hepáticos, daños pulmonares y cáncer, depresión, trastornos relacionados con el estrés, consumo excesivo de alcohol, exposición al polvo y al humo.
Un estudio publicado en 2011 en la revista The Lancet determinó que los trabajadores tenían un 19% más de posibilidades de desarrollar cáncer en relación a sus compañeros de profesión. Más específicamente mieloma múltiple, un tipo de cáncer sanguíneo, al igual que se reveló una mayor incidencia de cáncer de tiroides, de cabeza y cuello entre los trabajadores de servicios de emergencia.
Los bomberos y los policías quedaron marcados por los daños psicológicos. Los resultados de varios estudios recogidos por SINC mostraron que hasta 12 años tras el atentado, la incidencia de estrés postraumático en estos trabajadores era un 7% superior a la del resto de sus compañeros. También la depresión era de un 16,7 % mayor y la de consumo dañino de alcohol, un 3 %.
Sandra Morissette, psicóloga de la Universidad de Texas en San Antonio que ha estudiado la salud mental de los veteranos del 11S, explica que es necesario «reducir el estigma» que existe en torno al estado psíquico, ya que existen buenos tratamientos para el estrés postraumático, la depresión y los comportamientos adictivos, «pero la gente debe apoyar a los pacientes».
Lea también:
El alemán Mark Bryan tiene 61 años y usa falda con tacones para ir al trabajo, no es gay y tiene esposa, hijos y nietos.
Cinco muertos y casi 400 evacuados al chocar un avión comercial con una aeronave de la Guardia Costera en un aeropuerto de Tokio, Japón.