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El nuevo gobierno de talibanes en Afganistán ha expresado interés de crear «relaciones aún más fuertes» con China, al considerarlo «muy importante» para consolidar una estabilidad política y económica. «China es un país muy importante y fuerte de la región y ya hemos tenido relaciones muy positivas y buenas en el pasado», ha manifestado Zabihulá Mujahid, representante afgano de los talibanes en declaraciones a la cadena china CGTN.
Para ello, los insurgentes buscan «mejorar el nivel de confianza mutua», objetivo que también estaría dispuesto Beijing a cumplir. China mantuvo abierta su Embajada en Kabul una vez que los talibanes tomaron el control de la capital afgana el 15 de agosto.
No obstante, ya había evacuado a sus ciudadanos que lo querían hace varias semanas debido al deterioro de la situación de seguridad.
Los talibanes, quienes quieren evitar una espantada internacional de Afganistán, considera a China como un factor clave en el ámbito económico. «Queremos que exporten a nuestro país y nos ayuden en materia de desarrollo», ha dicho Mujahid.
Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, en una conferencia de prensa regular. ha declarado el miercoles que China y Afganistán son «dos países amigos».
En China subrayan la independencia de Afganistán y a su soberanía territorial, en contraposición con las tesis occidentales y, en particular, con los criterios que llevaron a la invasión de 2001 y a una guerra que se prolongó durante dos décadas.
“Afganistán ha logrado liberarse de cualquier ocupación militar extranjera. El pueblo afgano acoge con satisfacción este nuevo punto de partida para la paz y la reconstrucción nacionales. Afganistán está abriendo una nueva página en su historia”, dijo Wang
Beijing continúa conversando con los talibanes, a la espera de la composición del futuro gobierno afgano antes de decidir un posible reconocimiento del nuevo régimen. Uno de los temores de China es que los talibanes ayudaran a los militantes separatistas uigures en Afganistán, que buscan infiltrarse en la región fronteriza china de Xinjiang.
“Esperamos que Afganistán forme un gobierno abierto, inclusivo y ampliamente representativo” y “luche firmemente contra todas las fuerzas terroristas”, expresó Wang Wenbin.
Una delegación de los talibanes se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, en territorio chino a fines de julio, prometiéndole que nunca se utilizaría el suelo afgano para llevar a cabo ataques contra China.
China podría resultar una valiosa fuente de apoyo económico para el nuevo Afganistán gobernado por los talibanes, pero las inversiones chinas solo llegarán si se restablece la seguridad, dicen los expertos.
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