Temas cubiertos
Varios días después del imparable avance talibán en Afganistán y mientras los medios internacionales se lamentan del futuro oscuro e incierto del país, las redes sociales parecen empezar también a jugar un papel definitivo en el conflicto.
Fotos de los combatientes talibanes armados montando en coches de choque, comiendo helado o haciendo ejercicio en gimnasios han comenzado a a plagar las redes ante el despliege talibán mientras a su vez, el portavoz del grupo, Zabihullah Mujahid, aparecía por primer vez ante los medios intenacionales hablando inglés y asombrando al público con un mensaje de concordia.
Se trata del mismo grupo fundamentalista que hace dos décadas, prohibió a los ciudadanos hacer uso de cualquier tipo de tecnología, ¿qué ha cambiado entonces?, la respuesta parece lógica: necesitan hacer llegar su mensaje al mundo a través de una renovada estrategia propagandística.
Pablo Sapag, profesor de Historia de la Propaganda en la Universidad Complutense de Madrid y corresponsal de guerra que cubrió Afganistán en 2001, asegura que los talibanes están «en un momento de transición en el cual lo que buscan es no llamar excesivamente la atención en términos negativos y eso les ha llevado a realizar una estrategia de comunicación de crisis intentando presentar una imagen mas positiva de ellos».
Para los expertos, lo más interesante es el estudio de la intención y el público a los que estos mensajes van dirigidos.
El primer cambio recae en la diferencia de los destinatarios de sus mensajes. Mientras que en los años noventa, estos iban dirigidos exclusvamente a la población que vivía en la misma región, su preocupación de ahora recae en convencer al público occidental.
Según Miguel Martín, investigador del Grupo de Estudios de Semiótica de la Cultura de la UCM, los talibanes «están tratando de lanzar un mensaje de confianza a los gobiernos occidentales para que no se inmiscuyan a corto plazo dentro de la política afgana y también, evidentemente, para no generar mala prensa entre la sociedad occidental».
Según una investigación del periódico británico The Times, desde el nueve de agosto han aparecido más de 100 nuevas cuentas y páginas en Twitter y Facebook relacionadas con los talibanes.
El hecho de que el mayor debate de estos días sea el preguntarse si el mensaje que quieren trasladar es real o no ya supone cierta garantía de éxito para el régimen talibán. No obstante, esto tampoco significa que la campaña de blanqueamiento en las redes provoquen automáticamente un cambio de parecer con respecto a este grupo.
Para Sapag, sin embargo, estos mensajes de moderación estarían beneficiando sobretodo a las tropas en retirada, a Estados Unidos, Reino Unido y los países de la OTAN, «para encubrir su fracaso y para dar la idea de que en realidad no es tan grave lo que ha ocurrido«.
El alemán Mark Bryan tiene 61 años y usa falda con tacones para ir al trabajo, no es gay y tiene esposa, hijos y nietos.
Cinco muertos y casi 400 evacuados al chocar un avión comercial con una aeronave de la Guardia Costera en un aeropuerto de Tokio, Japón.