La mujer encuentra a su hijo tras 66 años sin poder estar juntos, la madre tuvo que renunciar a su custodia a las pocas horas de dar a luz.
La mujer logró el reencuentro con su hijo, gracias a la ayuda del banco de ADN quienes trabajan para encontrar a familiares perdidos por medio de la pagina web ancestry, que además del encuentro con él se sumó también el de su nieta.
La casualidad se dio con la búsqueda de su padre que llevaba a cabo una mujer australiana de 43 años, Kym Carthew, que había utilizado el mismo recurso para buscarlo; el resultado de la muestra de ADN coincidía con la Issy Carr, madre y ahora abuela de esta mujer que logró sin intención reunir a sus dos familiares.
Las dos continuaron con la investigación para dar con la ubicación de George, sin embargo encontraron que su nuevo nombre: Keith y que a la edad de 15 años se trasladó con su familia adoptiva para Australia, al final llegaron a su dirección, contó Issy:
«Kym fue a la dirección con su marido, Jamie, llamó a la puerta y un hombre respondió. Ella le preguntó su fecha de nacimiento y cuando le preguntó si había tenido otro nombre él dijo «George», ella le dijo, soy tu hija. Al parecer casi se cae al suelo. Y cuando charlaron un poco más, ella le contó: he encontrado a tu madre».
El 13 de junio lograron reunirse los tres por Zoom para la celebración del cumpleaños de Keith, Kym por su parte asegura que ayudar a su abuela a encontrar a su hijo, » fue la mejor sensación del mundo».
La mujer tuvo que entregar a su hijo en adopción por obligación, de acuerdo a la explicación que compartió en un medio de comunicación local:
«Lo tuve en Melling el 13 de junio de 1955. Le quise enseguida y le llamé George, pero la enfermera Eccles, una enfermera encantadora me dijo que le habían dicho que no podía verle ni cogerle. Se lo llevaron rápidamente y nunca más lo volví a ver».
Issy Carr es el nombre de esta mujer de 86 años de origen británico, que además relató que nunca perdonó a sus padres, pues ellos la obligaron a entregar al recién nacido por el hecho de no estar casada en los años 50 cuando la mujer tenia 20 años.
En el relato contó que intentó buscar a su hijo tiempo después de entregarlo, pero nunca corrió con la suerte de volverlo a ver hasta este momento.
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