La semana pasada Estados Unidos registró 500.000 nuevos contagios confirmados por coronavirus. El país americano es el epicentro del contagio mundial, ocupando el primer lugar.
La circulación de la variante Delta, su rápida propagación y su fácil contagio, han preocupado a los gobiernos del mundo, entre ellos, Estados Unidos, que hasta el momento cuenta con más de 163 millones personas vacunadas, es decir, un 49.8% de la población.
Estados como Alabama, Georgia, Tennessee, Oklahoma, Arkansas y Misisipi no han completado su pauta de vacunación, lo que preocupa a las autoridades. Según Vivek Murthy, médico cirujano, más del 99% de muertes en el país es a causa de personas no vacunadas.
El rechazo a la vacuna ha sido a nivel mundial, entre mitos, miedo y otro número de razones, gran parte de la población se ha negado a cumplir con la inmunización. Para esto, por ejemplo, Estados Unidos ha incentivado a sus ciudadanos a que se vacunen a través de la entrega de premios en rifas y juegos.
A mediados de mayo, el gobierno americano dio a conocer el levantamiento de la medida del uso de la mascarilla. Hoy, anuncia su uso en áreas de transmisión sustancial alta, incluso si se está vacunado.
Según la OMS:
«Las variantes del Covid-19 surgen por cambios comunes a nivel genético del virus. Son procesos esperados en la evolución de los virus. Lo importante es que las mismas medidas que nos protegen de la Covid-19 «original» nos protegen de cualquier variante también.»
Lo que quiere decir, que el lavado frecuente de manos, el distanciamiento social, la evasión de aglomeraciones, el uso de cubrebocas, y la vacunación, son las medidas que mitigan los contagios y hasta las muertes.
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