La policía de Ámsterdam informó el martes sobre la investigación de un brutal asalto a una niña holandesa de 14 años como un posible ataque relacionado con LGBTQ.
La arremetida del lunes, ganó prominencia nacional después de que Paul Brink publicara una foto de su hija Frédérique en LinkedIn, con la nariz rota, rasguños visibles en su rostro y una lágrima rodando por su mejilla izquierda.
En la publicación, Brink dijo que el ataque ocurrió en Amstelveen, en las afueras de Ámsterdam, después de que un niño le gritara a su hija: «¿Eres niño o niña?«.
Su hija respondió diciendo: «No importa«. Cuando el niño volvió a gritar la misma pregunta, Frédérique respondió: «Yo soy quien soy y tú puedes ser quien quieras ser«.
Luego, el menor atacó a Frédérique, dejándola con heridas, incluida una fractura de nariz y mandíbula, aseguró Brink.
También dijo que después de su publicación anterior:
«Nosotros, como la familia Brink, nos sorprendió positivamente en muy buen sentido todas las reacciones cálidas y amorosas tanto del país como del extranjero».
El hashtag Frédérique es tendencia en Twitter y miles expresaron su apoyo en la publicación de Brink en esta red social.
La mujer escribió el martes que Frédérique se está recuperando en casa.
COC, organización holandesa de derechos de LGBTQ, condenó el ataque que señaló como el último de una larga lista de violencia de este tipo.
«Este enésimo incidente subraya nuestro llamado al gobierno a hacer más contra la violencia anti-LGBTI», dijo la organización en su página de Facebook.
El COC hizo un llamado a castigos más severos para la violencia vinculada a la discriminación y para que las escuelas dediquen más tiempo a enseñar sobre «la aceptación de todos sin importar la orientación sexual, identidad de género, expresión de género y características sexuales«.
LEA TAMBIÉN
El alemán Mark Bryan tiene 61 años y usa falda con tacones para ir al trabajo, no es gay y tiene esposa, hijos y nietos.
Cinco muertos y casi 400 evacuados al chocar un avión comercial con una aeronave de la Guardia Costera en un aeropuerto de Tokio, Japón.