Manuel Germán Valdovinos, un mexicano de 43 años, quedó en libertad después de 21 años de estar en prisión por un asesinato que no cometió. Aunque, se sabía que la supuesta víctima estaba con vida y con una identidad falsa, solo hasta este mes de julio de 2021 la Justicia determinó la liberación de Valdovinos.
Manuel afirma que nadie le ha pedido perdón después de su salida de la cárcel. «Ahora tengo antecedentes penales y eso me limita para conseguir algunos trabajos». Lograr la libertad de Manuel se dio después de que el diputado mexicano Pedro César Carrizales y el activista Bryan LeBaron hicieran una huelga de hambre frente al Palacio Nacional exigiendo su libertad de manera inmediata.
«México es un país donde la justicia está al revés. Los que debemos tener justicia tenemos evasiones y arbitrariedades. Si ellos no ejercen presión con la huelga de hambre, yo no estoy aquí hoy» relata Valdovinos.
Después de su salida de la cárcel, Manuel expresó su disgusto con la justicia mexicana, acusándola de ser «parcial y corrupta». Pues cuando tenía 22 años Manuel fue detenido cuando regresaba de su trabajo a celebrar el nacimiento de su primogénito.
Cuando estaban en medio de la fiesta, una patrulla de la policía invadió su casa portando armas de fuego y apuntando a los asistentes de la fiesta. Según palabras de Valdovinos a él lo golpearon, lo esposaron, le cubrieron la cabeza y se lo llevaron a una comisaría.
Cuando llegó a dependencias policiales la inspectora Araceli Godínez Sánchez le explicó que su detención era por un homicidio. Después de esto, él denuncia que sufrió torturas con descargas eléctricas y baños con agua helada.
Según el testimonio de Manuel, dice que fue un posible soborno que se dio lugar en plena comisaria y por esto él había sido encarcelado por un crimen que nunca cometió. Tiempo después, la víctima del supuesto asesinato está viva y se conoce que reside con una identidad falsa en Estados Unidos tras cobrar una indemnización de 1 millón de euros.
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