El joven estaba desaparecido desde el viernes en Marsella. La policía de Francia abatió a la persona sospechosa de canibalismo y rituales satánicos.
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Agentes policiales franceses abatieron a un hombre que intentaba huir cuando encontraron el cuerpo de un adolescente de 13 años desaparecido de su casa desde hacía varios días y al que le faltaba el brazo derecho y la cabeza.
El macabro suceso ocurrió en la localidad francesa de Tarascon, en la región de Bouches-du-Rhône, en la Costa Azul.
La investigación apunta a un posible caso mezcla de canibalismo y rito satánico.
¿Cómo se descubrió al acusado de canibalismo contra un joven en Francia?
Todo se inició con llamada a la policía de un hombre que asegura haber encontrado una bolsa con lo que suponía era un cuerpo en su interior.
Cuando la policia arriba al lugar, los agentes observan a un hombre huir por el tejado de la vivienda que estaban comprobando. El sospechoso fue acorralado con la ayuda de otros residentes y en ese momento un agente policial lo abatió de varios disparos. La persona acusada falleció en el lugar de los hechos sin que los sanitarios desplazados hasta el lugar pudieran hacer nada para salvarle la vida. El agente está siendo investigado por su acción.
El macabro hallazgo en Francia: un rito satánico con muestras de canibalismo
Cuando registraron la casa del abatido, se descubrió un escenario de muerte, horror y tortura. En la cocina de la casa encontraron cubierto con una bolsa de basura el cuerpo de un adolescente de 13 años al que le faltaba el brazo derecho y la cabeza que fueron localizadas posteriormente en un cubo en el baño de la casa. Los investigadores comprobaron que la cabeza había sido parcialmente devorada y estaba rodeada por objetos propios de ritos satánicos.
La víctima es un adolescente de 13 años desaparecido desde el pasado viernes por la noche cuando dejó su casa en Marsella para visitar a su madre que reside en una vivienda muy próxima a la de su presunto asesino y devorador.
¿Quién es el acusado de canibalismo en Francia?
Se identificó a la persona ultimada a tiros como Arthur A, de 32 años y con diversos antecedentes policiales por casos de violencia y por sus ingresos en centros psiquiátricos.
El diario Le Républicain Lorrain recolecta que los vecinos ya conocían sus excentricidades ya que «colgó y degolló a sus perros».
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