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La Organización Mundial de la Salud (OMS) no aconseja, por ahora, la inoculación de una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió el 15 de julio precaución a los países miembros a la hora de administrar una tercera dosis de la vacuna.
Algunos territorios fuera de Europa comienzan a inocularla a modo de dosis de refuerzo. La OMS cree que esta tercera dosis no ayudará a equilibrar el reparto global de dosis.
«No hay datos científicos que lo justifiquen por el momento», ha reflexionado el líder del Comité de Emergencia COVID-19 de la OMS, Didier Houssin. Él mismo ha declarado que además «incrementa la desigualdad» en un momento en el que muchos países en desarrollo todavía no han podido inmunizar a sus poblaciones más vulnerables.
El comité ha recomendado a los países miembros de la OMS que por ahora «consideren seriamente» el mantenimiento de las medidas de distanciamiento físico, en un momento de aumento de casos y auge de la contagiosa variante Delta.
El organismo pide a todos los gobiernos que apoyen a la OMS en su llamamiento a conseguir, mediante una mejor distribución global de las vacunas, que al menos el 10% de la población de todos los países esté inmunizada en el mes de septiembre.
Israel ya ha anunciado que comenzará a administrar la tercera dosis de refuerzo en los cuidadanos vulnerables. En el país se han encontrado casos de hospitalización en aquellas personas que fueron vacunadas hace seis meses. Se cree que a partir de este tiempo, la eficacia de la vacuna disminuye.
En paralelo, la Agencia Europa del Medicamento (EMA) ha instado este jueves a los países a acelerar sus campañas de vacunación, recordando que son necesarias las dos dosis para protegerse contra esta violenta mutación del virus.
A esta petición se ha sumado también el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC).
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