El «gas de la risa» causó la muerte del bebé en el hospital de Australia una hora después de nacer. Los médicos son los responsables de esta tragedia al administrarle por error este gas en cambio de oxígeno.
John Ghanem era el nombre del recién nacido que falleció a causa del fatal error médico. Los hechos se presentaron en julio del 2016 una hora después del nacimiento del bebé.
De acuerdo con la investigación del caso, las etiquetas de las tuberías de los gases del hospital se encontraban mal nombradas, de acuerdo con el testimonio presentado en el tribual de las personas encargadas de las instalaciones en el hospital, afirmaron que la conexión de estas no tuvo una debida revisión durante el año 2015 hasta la fecha de los hechos.
Según declaraciones del ingeniero Stuart Clifton, junto con la agencia de gobierno NSW Health que investigaron el caso luego en el 2017, aseguraron que:
«Se cometió un error, ese error debería haberse detectado. Ese tipo de error ocurre suficientes veces para señalar a varios instaladores que tengan cuidado en el momento de la puesta en marcha de que algo se ha conectado incorrectamente».
Este error médico, que causó la terrible muerte de John y un daño en el cerebro de otro menor, se formalizó como error médico ya se suministró un gas distinto al oxígeno en el hospital de Sidney, Australia.
Sin embargo los padres del recién nacido que falleció continúan en lucha judicial para reclamar justicia por la muerte de su hijo.
El óxido de nitrógeno, monóxido de dinitrógeno, gas hilarante son algunos de los nombres que recibe este gas de la risa, según expertos la inhalación de este produce acción analgésica y sedativa, produce alucinaciones, con olor dulce y ligeramente tóxico, comúnmente se ha utilizado como una «droga».
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