Uno de los lugares más insólitos es el maletero de un coche, donde una abeja reina ha creado un nido.
Carol Howarth, de Haverfordwest (Gales), estaba de compras. Nada más volver del supermercado, se dio cuenta de que algo sorprendente había ocurrido en su coche. Al llegar al coche, la mujer no estaba sola. Muchos invitados la esperaban. Entre los invitados presentes en su coche había un nido creado por una abeja reina.
Nido en un maletero creado por la abeja reina
Un transeúnte llamado Tom Moses, al pasar por allí y ver la escena, se quedó asombrado. El hombre afirmó que era algo espectacular, algo único. Estaba en su coche y se asombró ante tal espectáculo.
Era una nube marrón. Mucha gente se detuvo y tomó fotos para capturar el momento. Aunque el hombre estaba emocionado por esta visión, al mismo tiempo estaba preocupado. Pues temía que alguien arrojara agua caliente hacia los insectos y les hiciera daño.
Afortunadamente, no fue así, y el hombre alertó a alguien de forma reflexiva. El hombre llamó entonces a los apicultores, que se llevaron las abejas y las metieron en una caja.
La mujer vuelve a su coche y se da cuenta de que las abejas también han seguido a su casa, así que vuelve a llamar a los apicultores. Según cuentan, la abeja reina debió ser atraída por algo dulce. Esto explica por qué la siguieron a casa también. La abeja se atascó junto con las demás y ya no pudieron salir, según cuenta uno de los apicultores.
Finalmente, la abeja reina junto con las demás abejas fue liberada y la mujer pudo regresar a su casa. El hecho de que las abejas siguieran a la mujer es algo muy extraño y no se explican cómo fue posible. Una historia realmente absurda e increíble. Unas abejas que se encariñaron tanto con el coche que crearon allí su nido.
El coche de la mujer, impaciente y preocupado, fue envuelto por más de 10 mil abejas que lo rodearon. Las abejas pueden ser muy peligrosas por sus picaduras y pueden producir diferentes comportamientos. Pueden crear molestias, dolor e incluso reacciones alérgicas sobre ellos. Seguramente, cada vez que oiga un zumbido o vea una abeja, la mujer se preocupará y recordará esta experiencia que tuvo.
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