Una madre recibe una señal en la tumba de su hijo

Jack Robinson sólo tenía 4 años cuando la enfermedad lo separó de sus seres queridos. Su madre pide una señal. Y ella lo recibe, conmovida.

Estamos en Hampshire, en el sur de Gran Bretaña. Jack Robinson era un dulce niño de apenas cuatro años. Lamentablemente, el diagnóstico de un tumor cerebral le llevó a la muerte, separándole del amor de su familia. Fue en abril de 2014.

A partir de ese momento, para su hermano gemelo, sus tres hermanas mayores y, sobre todo, para sus padres, la vida se convirtió en mera supervivencia. De hecho, no pasa un día en el que no se eche de menos a Jack de forma desgarradora y desesperada.

Pero en el tercer aniversario de su muerte, que tuvo lugar a principios de este mes, ocurrió algo que dejó a su madre Marie sin palabras.

El milagro de una madre que extraña a su hijo

La mujer había ido, como de costumbre, a la tumba de su hijo, sentada en la hierba y mirando en silencio la lápida. Estas fueron sus palabras: «Jack, por favor, hazle una señal a tu madre». Y la señal llegó de verdad. Marie quiso atraparlo con su teléfono móvil, haciendo una foto. Y entonces, inevitablemente, se echó a llorar. Un petirrojo, que descansaba en una tumba cercana, voló y se posó justo en la mano de la joven madre: «Parecía haber venido allí por mí -dijo la propia Robinson-. También se posó en mi hombro para comer.

Me conmovió. No podía creerlo. No pude evitar pensar que era una señal de mi bebé». Era sólo un pajarito. Pero un pájaro que reaviva dulces recuerdos. Y eso la reconfortó.

Tumores cerebrales: cómo se producen, diagnóstico y tratamiento

Los tumores cerebrales pueden afectar a cualquier parte del cerebro, desde el cerebelo hasta el sistema nervioso y las meninges que lo rodean. Cada año, en los países con economías avanzadas, 21 personas de cada 100.000 se ven afectadas por esta enfermedad. Según algunas estimaciones del Registro de Tumores, en Italia se diagnostican unos 5.700 casos al año. Entre los que afectan a los niños o adolescentes, está el meduloblastoma y se encuentra entre los más malignos. Se origina en el cerebelo, pero también puede extenderse a otras zonas del cerebro.

Sin embargo, los tumores del sistema nervioso central son bastante raros y representan alrededor del 1,3% de todos los tumores. Sin embargo, son más frecuentes las que se forman dentro del cerebro pero se originan a partir de células metastásicas de otras partes del cuerpo, como el hígado, la mama o el pulmón. Desgraciadamente, aún no se conocen las causas de la aparición de un tumor cerebral. Por ello, no es posible evitar su formación por completo.

En los últimos años, las nuevas técnicas quirúrgicas están permitiendo extirpar tumores que siempre se han considerado inoperables. La cirugía es, por supuesto, el método de tratamiento más común. La quimioterapia y la radioterapia, en cambio, son procedimientos reservados para aquellos tumores que muestran una especial agresividad. Pero, ¿cómo darse cuenta de la enfermedad a tiempo? Las manifestaciones de un tumor cerebral dependen, en primer lugar, de su localización y, en segundo lugar, de su tamaño. Dado que cada zona es responsable de una función determinada, esa misma función se verá comprometida y dará lugar a toda una serie de síntomas.