La segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Perú le dan una ventaja mínima a la izquierda de Castillo sobre la derecha de Fujimor.
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Una noche cambiante que continuó así hasta el mediodía en las elecciones a segunda vuelta por la presidencia de Perú. Dos extremos de un país divididos en dos mitades exactas. Tan exactas que los candidatos se turnaron en diferentes momentos, con festejos y protestas por fraude entre sus simpatizantes.
Castillo y Fujimori voto a voto en Perú
Un boca de urna puso arriba a la aspirante por Fuerza Popular, Keiko Fujimori, hija del expresidente y dictador Alberto Fujimori por apenas 0.6% (50.3 a 49.7). Posteriormente llegó el conteo rápido que invirtió los roles.
Ahora era el profesor rural y candidato por Perú Libre, el izquierdista Pedro Castillo y su sombrero recordatorio de su pertenencia al Perú Profundo, tantas veces olvidado por las ciudades costeras. Apenas 0.4% era la diferencia (50.2 a 49.8).
El recuento oficial fue pausado y bien marcado. Las principales ciudades apoyaron con diferencia a Keiko mientras que las zonas rurales dieron su voto en masa a Castillo. La cifra elegida para iniciar la maratónica sesión fue el 43%, momento de mayor diferencia de Keiko sobre Castillo con 53.6% a 47.4%. Esa diferencia se fue esmerilando hasta la mañana peruana (tarde española). Ahora el profesor lidera por la más escueta de las diferencias: 50.1 a 49.9 con el 94% del total de los votos hasta el momento.
¿Qué Perú les espera a Castillo y Fujimori?
El ganador será el presidente de dos mitades del país que no se reconocen una a la otra pero que deberán guiar un país que se devoró los últimos cuatro presidentes en crisis políticas. Para colmo de males, Perú es el país con mayor cantidad de muertos por habitantes del mundo por la pandemia del coronavirus. Todos problemas a lidiar con un Congreso fragmentado, producto de la primera vuelta.
Castillo: el maestro rural izquierdista y Fujimori: la hija del neoliberalismo en Perú
En caso de obtener la victoria, Pedro Castillo sería presidente del país en su primera postulación. Pese a ser un completo desconocido, Castillo, líder de la revuelta sindical de los maestros rurales en 2017, se convirtió en el candidato más votado en primera vuelta en abril, con 19.1% de los votos, y puso a temblar al establishment político peruano. Sus propuestas de reforma constitucional y cambio del paradigma económico terminaría con el eje neoliberal que se impone en el país desde 1990.
Por ese motivo toda la derecha económica, política, mediática y social del país se alió con Keiko Fujimori mediante una campaña de miedo al «comunismo«, ideología a la que supuestamente pertenece a este maestro de escuela y líder sindical. Hasta el momento, la tres veces candidata a presidente y con cargos de corrupción por el caso Odebretch, solo dependerían del voto de los peruanos en el exterior (aún no hay datos oficiales de ese voto).