India es uno de los epicentros de la pandemia, con un registro de 4.000 contagios diarios en las últimas semanas. El país también ha tenido que afrontar la aparcición del «hongo negro», una infección que según las autoridades sanitarias, ya se encontraba antes del covid-19.
En las últimas horas ha sido foco de atención por el ciclón Yaas que ha dejado daños en viviendas y cientos de personas han tenido que ser evacuadas.
Tras la llegada de este ciclón en menos de una semana, el gobierno ha mitigado el impacto con estrategias de rescate y socorro.
Cientos de personas han sido evacuadas, y llevadas a refugios seguros y construidos contra ciclones.
El Departamento de Meteorología indio (IMD) ha pronosticado una velocidad de 130 y 140 kilómetros por hora de fuertes vientos, y lluvias arrasadoras.
Según el IMD, se encuentra probable que maremotos de hasta 2 metros inunden las áreas costeras en East Medinipur y South 24 Parganas. También, dio una alerta roja en el oeste de Medinipur prediciendo fuertes lluvias.
El Aeropuerto Biju Patnaik, en la capital Bhubaneswar, se encuentra cerrado como medida de precaución por las fuertes lluvias.
Apoyados por satélites meteorológicos, la India y Bangladesh, evacuaron a más de 3 millones de personas evitando desastres como en años anteriores que los ciclones han dejado miles de muertos.
Para los meses de abril, mayo, octubre y noviembre, es habitual el paso de estos ciclones en el país. En el año 2020 con el paso del ciclón Amphan, cientos de personas murieron.
En días pasados, el ciclón Tauktae dejó sin vida a más de 140 personas al oeste de la India, azotando al país.
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