La OTAN ha solicitado que se abra una investigación internacional a Bielorussia, por el desvío este pasado domingo de un avión de la compañía Ryanair. Cuyo trayecto era Atenas- Vilna y que aterrizó en la capital del país Minsk con 120 pasajeros, por orden del presidente bielorusso; Alexander Lukashenko.
La Unión Europea y EE.UU también han criticado la acción de Bielorrusia, cuyo objetivo era detener al periodista; Roman Protasevich, colaborador cercado de la presidenta de la oposición; Svetlana Tikhanóvskaya.
Ambos se vieron obligados a huir de su país para vivir en Lituania.
El avión que ya estaba cerca de entrar en territorio lituano, se vio obligado por un caza Mig-29 bielorruso a ir hacia Minsk y cambiar su ruta. Varios medios de Bielorussia han confirmado que se logró detener a Protasevich, en el aeropuerto. Algo que el ministerio del Interior confirmó con un mensaje a través de Telegram y que luego borró.
Desde el aeropuerto de Vilna, se ha informado de que el vuelo cambió su trayecto por un conflicto que no se especificó, entre los pasajeros del avión y la tripulación. La Unión Europea ha pedido que Minsk deje que los pasajeros que iban rumbo a Lituania, puedan continuar el viaje.
El cofundador y periodista lituano del canal de Telegram «Nexta», ha señalado que Protasevich, fue declarado por las autoridades de Bielorussia como un terrorista, y que lo podrían someter hasta la pena de muerte.
Francia y Alemania han criticado los hechos, el ministro de Polonia, Morawiecki, lo ha tildado de «terrorismo de Estado», mientras que Reino Unido ha enviado una advertencia al presidente de Bielorussia, diciéndoles que se puede exponer ante duras consecuencias.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ha pedido que de inmediato se libere al periodista bielorruso; Raman Protasevic. A través de un comunicado ha informado de que su Gobierno ya está hablando del suceso con sus aliados, entre los que se encuentran miembros de la UE, de Lituania y Grecia. Además, ha solicitado un reunión del Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional, para tratar el acontecimiento, alegando que:
«Este acto impactante perpetrado por el régimen de Lukashenko hizo peligrar las vidas de más de 120 pasajeros, incluyendo ciudadanos estadounidenses»
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