En los últimos dos días la frontera de Ceuta con Marruecos ha sido cruzada por más de 8000 inmigrantes ilegales. Desde hace unos días, en la ciudad de Ceuta se vive una situación caótica que ha llevado a cerrar negocios y colegios.
La inmigración ilegal en masa se achaca a la presencia en España de Brahim Ghali.
El líder del Frente Polisario solicitó asilo en varios países europeos como Alemania. Se le negó dicha solucitud, sin embargo, fue ingresado en un hospital de Logroño por coronavirus.
Actualmente sigue ingresado. Al gobierno marroquí no le ha agradado dicha acción, y se sospecha que la relajación de la vigilancia en la frontera es una consecuencia de ello.
La llegada masiva de inmigrantes sin papeles desde Marruecos a Ceuta ha ocupado el centro de atención de los medios y de los órganos gubernamentales correspondientes durante estos días.
Algunos de los inmigrantes, en su mayoría adolescentes y menores, han declarado que la policía marroquí les alentó a cruzar la frontera de forma irregular. Las instrucciones consistían en ir a Tarajal y entrar por ahí a territorio español, donde la policía no les iba a impedir el paso.
Dos días después, la crisis migratoria se ha relajado tras el cierre de la frontera. Hoy la ciudad autónoma se ha encontrado sin la llegada de inmigrantes ilegales salvo por un par de casos aislados. La mayoría de inmigrantes que llegaron estos días han sido ya devueltos a su país de origen. Incluso algunos de ellos han regresado por su propio pie al pasarse dos días durmiendo en la calle y sin dinero. Los casos aislados han sido devueltos también al poco tiempo. Así Ceuta regresa a la normalidad y vuelve a abrir tiendas y colegios.
Así lo ha señalado el presidente Pedro Sánchez y varios medios apuntan a que la hospitalización de Brahim Ghali no es el único factor origen de esta crisis diplomática con el país vecino. Mientras tanto, el gobierno español agradece que Marruecos suavice la situación tras estos días, aunque el problema está lejos de solucionarse.
LEA TAMBIÉN
El alemán Mark Bryan tiene 61 años y usa falda con tacones para ir al trabajo, no es gay y tiene esposa, hijos y nietos.
Cinco muertos y casi 400 evacuados al chocar un avión comercial con una aeronave de la Guardia Costera en un aeropuerto de Tokio, Japón.