En la sala 305/2 desarrollan un robot que pueda soportar la radiación para insertar cilindros de boro; esto, absorberá los neutrones y permitirá su control.
Tras un desastre nuclear ocurrido hace 35 años en Chernóbil, recientemente se han detectado nuevas reacciones nucleares en una de las salas del reactor que se destrozó en los hechos.
Reacciones nucleares en Chernóbil
35 años más tarde, así ha sucedido en el caso del desastre de Chernóbil donde tanto tiempo después han detectado unas nuevas reacciones nucleares; lo que provoca que, se estén quemando lentamente masas de combustible de uranio que están enterradas en profundidad.
Parte del equipo científico se encuentra en una investigación en donde buscan determinar si este descubrimiento; las reacciones químicas, se pueden extinguir por sí solas o, por lo contrario, deberá tener intervención científica para prevenir un futuro desastre.
«Hay muchas incertidumbres… No podemos descartar la posibilidad de un accidente» comunicó Maxim Saveliev, del Instituto de Problemas de Seguridad de las Centrales Nucleares.
Detección
Lo informado por expertos es que, con ayuda de sensores, se ha logrado detectar el número que ha aumentado de neutrones. Mismos que provienen desde una sala la cual no tiene accesos por sus niveles de radiación. Sin embargo, este crecimiento se produce de manera lenta, lo que significa que tomará de bastante tiempo y varios años para encontrar una solución que finalice con dicha amenaza.
Accidente de 1986 ¿se repetirá?
1986, una nube radioactiva se propagó sobre Europa con el fatídico accidente nuclear. Un accidente que, se espera no ocurra con la detección de las nuevas reacciones. Incluso, expertos aseguran que no volverá a ocurrir por la reciente actividad en los reactores.
Para entrar en la sala donde se producen las reacciones detectadas, que es en la 305/2 en la actualidad se valora el desarrollo de un robot, que será el encargado de soportar la radiación para insertar cilindros de boro; esto, absorberá los neutrones y permitirá su control.
El mayor riesgo donde se activen y explote de nuevo esa sala es que, podría derribar partes inestables de la central y la antigua estructura de contención; produciendo una nube de polvo radiactivo que llenará la nueva NSC. Sin duda, una amenaza que, 35 años después sigue alertando en Chernóbil.