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Unas 11.000 personas asisitieron a un festival de música en Wuhan, ciudad donde comenzó a propagarse el virus Covid-19. Se trató del Festival de la Fresa (Festival Strawberry), donde se vivió un clima prepandémico: si bien hubo restricciones y precauciones, el público no debió usar mascarillas y tampoco mantener una distancia de seguridad.
Se trata del evento musical al aire libre más grande del país. La presencialidad fue una alegría para los jóvenes aisistentes que durante dos días se concentrarán en el Parque Garden Expo de Wuhan para escuchar diferentes bandas locales. El año pasado debieron conformarse con una versión virtual del mismo.
No obstante, la organización del evento tomó las precauciones necesarias como reducir la cantidad de público. También se ubicaron vallas frente a cada escenario y el personal de seguridad estuvo muy celoso de que no hubiera aglomeraciones en esas áreas específicas. Por lo demás, la escena despierta la nostalgia en otros países que continúan atravesando la pandemia. Una puerta al pasado donde celebrar conciertos multitudinarios parece tan lejano en este pandémico presente.
«Hemos hecho muchos esfuerzos y pagado un gran precio para acabar con el virus, por eso estoy muy contento», expresó un estudiante de 23 años de Wuhan. Su voz parece ser el fiel representante del sentimiento de todos los presentes en el concierto. La alegría de volver a escuchar música en un evento de multitudes, dejando atrás los padecimientos que dejó el virus por la capital de la provincia Hubei.
Ha pasado más de un año desde que la ciudad china fue la primera en el mundo que debió recluirse en un confinamiento total para prevenir la propagación del coronavirus. Fueron más de dos meses de restricciones muy severas mientras asolaba la primera ola de la pandemia.
Superado ese período, los datos oficiales indicaron que Wuhan está completamente libre del virus. En el resto de China, se mantiene la misma tendencia en los últimos meses con algún brote esporádico férreamente controlado por las autoridades del Gobierno Central. Los temores parece quedar atrás y los ciudadanos de la maltratada Wuhan comienzan a disfrutar nuevamente de los entretenimientos con miles de personas.
El alemán Mark Bryan tiene 61 años y usa falda con tacones para ir al trabajo, no es gay y tiene esposa, hijos y nietos.
Cinco muertos y casi 400 evacuados al chocar un avión comercial con una aeronave de la Guardia Costera en un aeropuerto de Tokio, Japón.