Desde hace más de sesenta años los Castros han comandado la nación de Cuba y tenían el poder, luego de una entrega que hubiese hecho Fidel a su hermano Raúl, este último para este próximo fin de semana, tiene previsto hacer efectiva su jubilación plena como Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) de la isla caribeña.
El sucesor de Castro será el ingeniero Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez quien ha venido gobernando la isla desde hace tres años, previo entrenamiento de Castro para continuar con los mismos criterios políticos que se han venido manejando en la nación desde hace más de seis décadas.
Para este viernes 16 de abril, se dará inicio al primer Congreso tras el fallecimiento de Fidel, en dicho parlamento se llevará a cabo la dimisión formal de Castro, y por ende, el traspaso de poder a Díaz-Canel.
El sucesor de Castro, considerado por muchos como un burócrata elegido al azar para ser manipulado, y dar continuidad al régimen político que se estila en el país; y para otros, es visto como un reformista que tendrá que acarrear arduamente, con los efectos económicos y sociales causados por la pandemia.
En la actualidad Cuba está pasando por una marcada crisis económica que en comparación con el “Período Especial” vivido por los cubanos en los años 90, la situación vigente la supera. Los factores ambientales anunciando llegada de fenómenos naturales, la convulsión de la sociedad que se ha venido manifestando en los últimos días, aunado al azote de la pandemia, son tal vez las razones de la distinción entre ambos períodos.
Bajo este escenario, se espera que los adelantos en el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y cuba, alcanzado por Raul Castro en el mandato de Obama, tengan continuidad por Díaz-Canel. En este sentido, las expectativas que se vislumbran son positivas, puesto que el nuevo mandatario del país angloamericano, Joe Biden , no ha descartado la posibilidad de conciliar con la nación caribeña.
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