Ha sido la presidenta del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la encargada de pedir disculpas ante el último escándalo protagonizado por el creativo, Hiroshi Sasaki. Quien propuso disfrazar a la humorista y actriz XXL Naomi Watanabe, con un traje de cerda.
Hashimoto, reconoció que la acto era «insultante», y que el director artístico ya había dimitido. Este había propuesto para la ceremonia de inauguración, que la actriz descendiera del cielo, vestida de cerdita mientras se refería a ella como “Olympig”, un juego de palabras que unía “olímpico” y “cerdo”.
Fue la revista «Shukan Bunshun», la que destapó el escandalo, reconociendo la presidenta en una rueda de prensa que: “Leyendo el titular del artículo, yo misma estaba en ‘shock’. Los comentarios fueron inapropiados y muy lamentables, además de insultantes hacia la actriz”.
Además señaló que cuando tomo su cargo para sustituir al anterior presidente, que también dimitió por unos comentarios sexistas, prometió convertir su agenda en una iniciativa marcada por la igualdad dentro del organismo: “Mi misión era restaurar la confianza de la gente”.
Por otra parte, Hashimoto se reafirmo en que ese tipo de problemas no deberían de haber ocurrido, destacó que las ceremonias de apertura y cierre de los Juegos Olímpicos deber ser un ejemplo para enseñar “la excelencia de los deportes, los atractivos de Tokio y Japón, y la importancia de la diversidad y la inclusión”.
Confirmó que están en la búsqueda de un sustituto del creativo, para que el incidente no tenga más repercusión dentro de los Juegos, agradeciendo el papel de Sasaki, quien a pesar de todo “ha tenido un papel crucial para el éxito de las ceremonias y, además, ha hecho otras contribuciones significativas”.
El diseñador de 66 años, es toda una eminencia dentro del mundo de la publicidad en Japón, y se encargó de el acto en el que Río de Janeiro entregó el testigo a Tokio en 2016, por ser la nueva sede olímpica.
Por su parte la Watanabe, es una exitosa personalidad pública dentro y fuera de Japón. Fue en 2008 cuando su imitación a Beyoncé le valió el apodo de la » Beyoncé japonesa», convirtiéndose desde entonces en la modelo y diseñadora de tallas grandes más mediática del país.
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