Tras varias semanas donde una nube marrón cubre todo Pekín, la contaminación empeora cada vez más y todo, porque la capital de China pasa su mayor tormenta de arena de la década.
Semanas enteras donde la contaminación está empeorando, donde Pekín amanece con el cielo con una nube enorme marrón.
Se trata de una tormenta de arena que procede de Mongolia Interior y que, sin duda se empieza a devorar a Pekín. Su sol se ha ocultado y la visibilidad del cielo y de la tierra se ha reducido a pocos metros por la densidad del aire.
Una Alerta Amarilla, decretada por la Administración Meteorológica de China, al evidenciar que la tormenta iniciaba su expansión por las provincias de Gansu, Shanxi y Hebei, las cuales rodean la capital china. La calidad de aire en la región, se mide por debajo de 50, cuyo nivel máximo es 500 saliéndose de la tabla y las partículas flotantes PM10 superan los 8.000 microgramos.
Aunque la situación de densidad en el aire, considerada como contaminación, había mejorado desde 2013, el año en el que el gobierno creó un sistema de alarmas por la neblina de polución que iniciaba a cubrir la capital. Los cielos grises han vuelto desde el año pasado, y con ellos se reflejan las nubes que engullen Pekín con su fuerte contaminación en el aire.
Debido a la poca visibilidad que deja la densidad del aire y el cielo nublado; los dos aeropuertos de Pekín tuvieron que cancelar más de 400 vuelos porque era imposible visualizar desde un avión, porque incluso es imposible hacerlo en transporte terrestre.
«Esta tormenta de arena es la más intensa y amplia que se ha visto en el país en estos diez años», así ha alertado la Administración Meteorológica de China, acompañado de la información de cierres en doce provincias del norte del país debido al cubrimiento de la arena y del polvo.
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