Ámsterdam organiza una gran fiesta en un una discoteca reuniendo a 1.300 personas, sin mascarillas y son distancia de seguridad.
Ámsterdam organizó el pasado 6 de marzo una fiesta multitudinaria, donde no todos los asistentes llevaban mascarillas ni se guardaba la distancia. A pesar de las restricciones que mantiene el país, se quiso llevar a cabo un experimento para analizar el comportamiento humano dentro de este tipo de eventos, en plena pandemia de Covid.
Ámsterdam: fiesta sin mascarillas
1.300 personas fueron las escogidas para formar parte de la fiesta legal, pudiendo bailar y disfrutar de la noche como si el Covid no existiera. El ensayo llevado a cabo en » eventos Ziggo Dome» en Ámsterdam, es una iniciativa organizada por la industria de espectáculos y el Gobierno de Holanda
El objetivo era comprobar si este tipo de reuniones con miles de personas pueden llegar a ser seguras, y así retomar los espectáculos en directo.
Poniendo a prueba los sistemas de seguridad que se han diseñado para estas ocasiones.
Los siguientes eventos que se prevén llevar a cabo en el país, serán partidos de fútbol, ferias y teatros. Así lo ha explicado el organizador de este ensayo e investigador de la Universidad de Twente, Ruud Verdaasdonk. El fin conjunto de todos ellos es avanzar hacia la normalidad.
Requisitos para asistir a la fiesta
Todos las personas que participaron en el ensayo debían llevar una prueba PCR 48 horas antes de la fiesta con resultado negativo. Los 1.300 asistentes se dividieron en seis grupos a los que se les dio distintas pautas sobre distancia social y uso de mascarillas. Lo que significa que unos guardaban más distancia que otros, al igual que no todos llevaban las mascarillas.
Una vez dentro de la discoteca los organizadores midieron la temperatura de los participantes dentro de la sala de conciertos, y se realizaron pruebas rápidas aleatorias. Los asistentes tenían un sensor de movimiento, para poder vigilar y calcular después cuántos contactos habían tenido entre ellos.
Todo ello para sacar diferentes conclusiones. Además los asistentes se comprometieron por escrito a pasar un test cinco días después de haber ido a la fiesta.
Uno de los participantes declaró: «Nunca he sido tan feliz este año. Es genial. Una buena cerveza y estamos justo delante del escenario. Es magnífico». Los DJs también disfrutaron al poder volver a pinchar en un fiesta con un público totalmente entregado.
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