El domingo se emitió la entrevista de los Duques de Sussex con Oprah Winfrey. En ella Meghan Markle sorprendió con unas fuertes declaraciones.
Este pasado domingo, se emitió la entrevista que el príncipe Harry y Meghan concedieron a la reconocida presentadora Oprah Wrinfrey, en ella Markle no tuvo pelos en la lengua para hacer unas sorprendentes declaraciones acerca de cómo era su vida, cuando aún pertenecía a la Familia Real británica.
Meghan Markle: declaraciones con Oprah
Racismo, celos e inseguridad, Meghan contó su experiencia y no se guardó nada hacia la Monarquía inglesa. El motivo por el que recibía tantas críticas era por su color de piel, el racismo estuvo presente cuando entró a formar parte de la Familia Real.
«Ya cuando éramos novios el tema de la raza era constante y supe que no iban a cambiar» afirmó Harry.
Meghan se animó a contar que su marido mantuvo una conversación con varios miembros de su familia, que siempre trató de ocultar. «Les preocupaba que tan oscura iba a ser su piel por lo que negaron a Archie el título de Príncipe, algo que no han negado a ningún otro miembro de la familia, y también le quitaron su seguridad».
Cualquier descendiente de un heredero a la corona, como es Archie, tiene derecho a recibir un título. Sin embargo, su color de piel no gustó dentro de su linaje, por lo que se le retiró antes de nacer. «Durante todo mi embarazo insistí en que se le diera seguridad a mi hijo, pero al no tener título, no tenía derecho a seguridad». «A ellos les preocupaba cuán oscura podría ser su piel de Archie cuando naciera», afirmó Meghan.
También relata que una ocasión, se llegó a sentir parte de la familia, cuando viajó a África. «Me hubiera gustado trabajar para los países de la Common Wealth donde casi el setenta por ciento de sus ciudadanos son de color». Declaraciones que salen a la luz, después de que ayer mismo la Reina Isabel de Inglaterra pidiera unidad en su discurso anual a los países que forman la Common Wealth.
Pensó en el suicidio
Meghan relató como su situación dentro de la realeza le llevó a tener pensamientos suicidas. «Sentía que ya no quería vivir», reconoció llorando. «Estaba avergonzada de contárselo a Harry, pero sabía que si no lo hacía, me suicidaría. Era aterrador, y era un pensamiento constante que yo no había tenido antes» Su trauma emocional llevó a Harry a tomar la decisión de renunciar a su trabajo como miembros activos de la Familia Real.
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