El Gobierno de Venezuela entregó la carta de persona «Non Grata» a la embajadora de la UE, Isabel Brilhante Pedrosa en Caracas. Como una de las respuestas emitidas a las sanciones dirigidas por parte del organismo europeo contra funcionarios y diplomáticos del régimen.
Tras la resolución de forma unánime del Congreso (Asamblea Nacional) a favor de esta medida. El presidente de la república Nicolás Maduro avaló la decisión. En donde luego el canciller Jorge Arreaza indicó: «por decisión del presidente Nicolás Maduro le hemos entregado en sus manos a la señora Isabelle Brilhante, quien en lo últimos años fue la jefa de la delegación de la UE, la declaratoria de como persona non grata».
En Venezuela existe un régimen totalitario y ya son varias elecciones que se han concebido como fraudulentas durante los últimos años. Por lo cual, todos los espacios hoy en día en la Asamblea Nacional pertenecen a la revolución. Solo 20 diputados de 256 se muestran como oposición pero esto no es así.
Las sanciones que comenzaron desde Washington se extendieron a la Unión Europea. Ambas posturas dipolmáticas de estos países y entes, sostuvieron también a Juan Guaidó como «presidente encargado» deslegitimando el orden político de Nicolás Maduro.
Estas sanciones derivaron en graves problemas económicos que solo han afectado a millones de personas dentro del país y fue un fracaso rotundo en el cambio político. Donald Trump, salió del poder, Juan Guidó a perdido todo el liderazgo opositor.
Por ello, la postura del Gobierno de Venezuela tras la expulsión de la embajadora de la UE es concebida desde el chavismo, como una medida que dejaría atrás los mecanismos coloniales de dominación que previenen desde Europa hacia latinoamérica y Caracas.
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