La historia sucede en Colombia, donde un grupo de personas se encierra en una casa a esperar el fin del mundo, el 28 de enero.
Los hechos ocurrieron en Colombia, en la que un grupo de 25 personas se encerraron en una casa para esperar el fin del mundo.
Personas esperan fin del mundo en Colombia
Esperando el fin del mundo, evento que supuestamente se presenta hoy, jueves.
Un grupo de 25 personas se encerraron en una misma casa de población rural del norte de Colombia; agrupación liderada por un pastor que asegura que el 28 de enero se producirá el fin del mundo y con él, la segunda llegada de Jesús.
Las 25 personas que se guardaban en la vivienda pertenecen a tres familias diferentes, quienes residen en la ciudad de Barranquilla, en Colombia. El «juicio final», como lo llaman ellos, se realizaría en Isabel López una población rural del departamento.
Gabriel Alberto Ferrer Ruíz, es el pastor religioso que estaría a cargo de reunir a las 25 personas en un solo lugar. Encabezando el grupo de creyentes y, quien, hasta el mes pasado, trabajaba como docente en la Universidad del Atlántico, aunque renunció a su cargo. Su renuncia la expuso a través de una carta en la que asegura que: «dejar el cargo es orden directa del señor».
Dejar todo por el fin
Al igual que el pastor y docente, todos los creyentes de la religión, siguieron las mismas indicaciones de Ferrer; abandonaron sus empleos, e incluso vendieron todas sus pertenencias. Ya que, presuntamente no iban a necesitar bienes materiales, por el fin del mundo.
Los residentes de la casa, en el mes de diciembre alertaron a las autoridades con un cartel en la entrada de la vivienda donde aseguraban la cuenta regresiva en la que se acabaría el mundo y con ello, se produciría la segunda llegada de Cristo.
La Policía ante el hecho que alarma a la comunidad y en compañía del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), lograron ingresar al lugar donde por acusaciones de los residentes cercanos, estaban violando y vulnerando los derechos a menores de edad.
Sin embargo, tras el hallazgo del lugar e investigaciones realizadas, las autoridades asegurado que, en la intervención a la vivienda, no se encontraron a nadie que estuviese obligado. Y que solo se trataba de familias que residían allí y que se encargaban de recibir a otras personas que querían ser escuchadas.
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