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En Ecuador, un grupo de policías intervino un centro que administraba vacunas falsas contra el coronavirus, a unas 70.000 personas.
El acontecimiento ocurrió en Quito, donde la policía de Ecuador, intervino en un centro que administraba vacunas falsas contra el coronavirus.
El centró, llegó a suministrar más de setenta mil dosis de un medicamento que no tenía aprobación sanitaria.
En primer lugar, la intervención se realizó tras ver que varias personas estaban en camillas recubiertas con sábanas, quienes estaban en un lugar que las autoridades describen como un centro de masajes para adelgazar.
Por obvias razones, el lugar cerró sus puertas, por la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada. La clausura se llevó a cabo tras evidenciar, falencias en compromisos obligatorias para funcionar como centro médico. Después de realizar las investigaciones, la policía concluyó que, en el lugar, se vacunaron alrededor de 70.000 ciudadanos de manera ilegal.
Cada persona que iba al centro para ser vacunado, debía recibir tres dosis y cada una tenía un precio de 15 dólares.
El secretario general de Seguridad de Quito, César Díaz, manifestó el desconocimiento del tipo de fórmula usado para inyectar a los ciudadanos en un lugar clandestino. Sin embargo, en estudio se encuentran algunas cajas confiscadas por la policía tras la clausura; cajas que, al parecer, contienen el líquido que se suministraba a quienes pagaban por la vacuna.
Aunque la persona que suministraba las falsas vacunas, aseguró ser un especialista en medicina alternativa, durante en el operativo no se argumentó con ningún título que avale el conocimiento.
Las vacunas aprobadas por las autoridades, empezaron con una primera etapa de la estrategia de vacunación, con un contenido de 8.000 dosis de la vacuna aprobada de Pfizer. Sin embargo, las autorizadas por el Ministerio de Salud, están en ojo de polémica y de crítica por supuestas alteraciones en las prioridades del plan de vacunación.
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