El Gobierno japonés busca endurecer las medidas para contener el acelerado aumento de contagios de Covid-19.
En la búsqueda de más medidas para evitar la rápida propagación del Covid-19 entre la población y el acelerado aumento de casos, el Gobierno de Japón ha acordado proyectos de ley que penalizan a las personas que incumplan con las medidas sanitarias.
Una de las condenas es la cárcel en los casos en el que un infectado no acepte que sea hospitalizado.
Japón incluye la cárcel entre las penalizaciones
Será en los próximos días cuando se comience con el proceso de negociación de incluir la pena de cárcel, y otras medidas, entre el Gobierno de Japón y los partidos opositores.
La idea es llevar el planteamiento para modificar la legislación en este aspecto en el mes de febrero al Parlamento.
Las penas de prisión podrían ser de hasta un año. Otra de las opciones que se maneja es sancionar a las personas con hasta un millón de llenes, unos 7 mil 900 euros, a quienes rechacen la hospitalización tras dar positivo y que su caso así lo requiera.
Varios representantes de partidos políticos del país, especialmente opositores, han considerado la pena de cárcel como una medida excesiva. Gran parte de Japón está actualmente en estado de emergencia por los casos de coronavirus, incluida su capital, Tokio.
Otro de los proyectos de ley que quieren aprobar es el de dar permiso a las autoridades locales tomar medidas «intensivas» en situaciones menos graves que un estado de emergencia.
También podrían exigir a las empresas que reduzcan sus horarios laborales, y en caso de no acatar la norma, multarles con 300 mil yenes, que son aproximadamente 2 mil 300 euros. Si las empresas rechazan inspecciones, las multan podrían ser de 200 mil yenes, unos 1.50 euros.
Escasez de camas en hospitales
Por el aumento de contagios, varios hospitales del país se encuentran limitados de camas para ingresar a pacientes con Covid-19. Por esta razón, la Asociación Médica de Japón ha emitido un comunicado en donde deja clara su preocupación ante los avisos de los centros de salud que no pueden recibir a enfermos por tamaño, escasez de camas o falta de personal.
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