Uno de los manifestantes que asaltó el Capitolio de EEUU es Kevin Greeson, de 55 años, que murió de un paro cardíaco por una descarda eléctrica de su propia arma taser. Además se había hecho famoso por sus fotos armadas publicadas en las redes sociales.
El número de muertos del asalto al Capitolio puede verse agravado por una circunstancia peculiar. Según rumores que aún no han sido confirmados oficialmente, una de las víctimas que falleció durante las protestas puede haber sufrido un ataque al corazón debido a una descarga de taser.
Una descarga que, sin embargo, no se produjo como resultado de la intervención de la policía sino por el mismo manifestante que se habría golpeado accidentalmente a sí mismo. Es Kevin Greeson, uno de los manifestantes seguidores de Trump y ya conocido por algunas imágenes publicadas en las redes sociales. Según los informes oficiales, Greeson murió de un ataque cardíaco y las autoridades lo califican como una muerte de «emergencia médica» durante el asalto.
En realidad, están circulando rumores sobre lo que podría haber causado el paro cardíaco. El ataque cardíaco, que las autoridades reconocen actualmente como la causa de la muerte, puede haber sido causado por la descarga eléctrica de un teaser que el hombre llevaba durante el asalto. Greeson es conocido en Estados Unidos por publicar repetidamente fotos suyas con armas de guerra en los medios de comunicación social en puestos en los que pedía la expulsión armada de los demócratas del país. No sería sorprendente, por lo tanto, que también se utilizaran armas durante el asalto, aunque por el momento todavía es una cuestión de especulación.
La salud de Greeson, en cualquier caso, habría hecho que una explosión de bromas fuera letal. De hecho, el hombre tenía problemas cardíacos debido a la hipertensión arterial y se sabe que las descargas con esa arma pueden matar a los pacientes cardíacos y a otras personas en situación de riesgo, razón por la cual en muchos países el arma no se utiliza y no se considera segura.
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