La Audiencia Nacional, en función de guardia, ha dejado en libertad a la enfermera de Hugo Chávez, Claudia Patricia Díaz Guillén, junto a su marido.
Este miércoles, 23 de diciembre, fuentes jurídicas han comunicado que el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, en función de guardia, ha dejado en libertad a la enfermera de Hugo Chávez, y la que fuera también tesorera nacional de Venezuela, Claudia Patricia Díaz Guillén, junto a su marido, Adrián José Velásquez.
A la pareja de venezolanos se les ha impuesto comparecencias cada 15 días y se les ha retirado el pasaporte. Al proceder de esta manera, el magistrado sigue la petición de la Fiscalía y les impide de manera definitiva salir del país.
Audiencia Nacional: libertad para la enfermera de Chávez
Al día de hoy, Claudia Patricia Díaz Guillén, la que fuera tesorera de Venezuela y enfermera de Chávez, y su marido, Adrián José Velásquez, se encontraban detenidos en España. Ahora, el juez los ha dejado en libertad pero les ha quitado el pasaporte y les ha impuesto comparecencias quincenales. Si bien la Audiencia Nacional rechazó en su momento extraditar a la pareja a Venezuela, por posible vulneración de sus derechos, ahora el matrimonio también es reclamado por Estados Unidos. Así es, Díaz y Velásquez están siendo pedidos en Estados Unidos por presuntos delitos, los cuales incluyen blanqueo de dinero y blanqueo de instrumentos monetarios. En este caso, cada uno enfrenta a una condena de hasta 20 años en prisión.
Recientemente, el Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que se estaba llevando la reclamación de la pareja en cuestión por una presunta implicación y participación en un intento de «lavado de dinero y cambio de moneda» por un valor significativo de «miles de millones de dólares». Según se informa en la acusación, Raúl Gorrín Belisario, dueño y presidente del canal venezolano Globovisión, pagó el presunto valor de millones de dólares en sobornos a Alejandro Andrade Cedeño y Díaz Guillén, dos ex-tesoreros nacionales venezolanos. También le habría pagado a Velásquez, en beneficio de su mujer, «para asegurar corruptamente los derechos de realizar transacciones de cambio de moneda extranjera para el Gobierno venezolano a tasas favorables».
