El llamativo Belén del Vaticano, se podrá visitar en la plaza de San Pedro. Con influencia postmoderna, está formado por varias figuras hechas en cerámica, y en distintos colores. Su tamaño es mucho más grande que el que se suele ver habitualmente, en un pesebre.
La polémica entorno al Belén del Vaticano, viene de la presencia de un soldado y un astronauta, como figuras llamativas, que nada tienen que ver con la religión. La inauguración la ha llevado a cabo el presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Giuseppe Bertello y el secretario de dicho organismo, el obispo Fernando Vérgez.
Dentro de un acto público realizado con todas las medidas de seguridad e higiene que se requieren en la época actual de pandemia.
Totalmente alejado de lo clásico, procede de la localidad de Castelli, dentro de la región de los Abruzos. La forman un total de 54 piezas y se crearon entre los años 1965 y 1975 por los docentes y alumnos del Instituto de Arte F. A. Grue. El actual Instituto Estatal de Diseño, que por aquella época dedicó su actividad didáctica al tema de navidad.
Las figuras que se pueden ir a visitar, presentan formas voluptuosas, pero simples. Han utilizado un cilindro para crear el cuerpo y encima una esfera a modo de cabeza. A pesar de ser diferentes, son fácilmente reconocibles por los rasgos o la vestimenta.
Aparecen los reyes magos y pero creadas de forma fantasiosa y totalmente original. La figura del astronauta se colocó en el Belén, ya que cuando este se creó, el hombre había pisado la luna. Otra curiosidad es la presencia de la sagrada Sagrada Familia dentro de una gran barca, acompañados de inmigrantes de varias razas.
Cabe destacar que el Belén, ya fue expuesto en Roma en la Navidad de 1970, y después pasó por otras ciudades como Jerusalén, Belén y Tel Aviv. Sus creadores lo definen como «una síntesis de tradición y de acogida de lo nuevo, de búsqueda y experimentación».
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