El primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, decretó este Jueves el cierre de institutos para frenar el aumento de casos de COVID-19.
El primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, decretó este Jueves el cierre de institutos para frenar el aumento de casos de COVID-19.
Ante el empeoramiento de la situación epidemiológica por el COVID-19 en Suecia, el gobierno ha decidido decretar un cierre temporal por un mes de los institutos y la implantación de enseñanza a distancia.
Al día de hoy, Suecia es la nación escandinava más afectada por la expansión del virus y por la segunda ola. Los últimos reportes confirman que ya superan las 7000 muertes.
La medida de cierre de los institutos entraría en vigencia a partir del lunes 6 de diciembre hasta el 6 de enero.
Según el primer ministro, Stefan Löfven, esta medida pretende tener un efecto «ralentizador» en la propagación del COVID-19.
«Confío en que los alumnos de secundaria sean listos y entiendan que esto no son unas vacaciones de Navidades prolongadas. No hay barra libre para hacer fiestas con los amigos, seguiréis teniendo enseñanza y deberéis estudiar. Insto a todos los padres a hablar con sus hijos de lo importante que es seguir las recomendaciones»
Aseguró el mandatario.
Según la Agencia de Salud Pública (FHM) y su director, Johan Carlson, el nivel de contagio ha sido especialmente alto en alumnos de secundaria, y que además, la medida serviría para reducir aglomeraciones en transporte público y colectivo. Sin embargo, no es la primera vez que Suecia toma esta medida; en la pasada primavera se había decretado también un cierre de institutos y universidades, excluyendo a las escuelas.
El manejo de la pandemia ha sido más laxo por el gobierno sueco, pero parece que estarían endureciendo las medidas debido a las cifras alarmantes que presentan. Ya se ha limitado el número de personas en reuniones públicas y se ha implantado una prohibición a la venta de licores a partir de las 22 horas. También, la hostelería y clubes nocturnos tienen hora límite para cierre las 22:30.
Según el epidemiólogo jefe de la FHM, «nos encontramos en una especia de llanura desde la pasada semana, aunque el contagio sigue siendo alto». Aún no se llega a las cifras altas que se presentaron en la primera oleada y parece que se podría aplanar la curva de ingresos a los hospitales.
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