Un coche se estrella en la sede de la Cancillería de Alemania con mensajes anti-globales, horas antes de una reunión con líderes regionales del país.
Un coche se estrella en la sede de la Cancillería de Alemania con mensajes anti-globales, horas antes de una reunión con líderes regionales del país. En este evento, se esperaba ampliar las restricciones contra la pandemia del Covid-19.
Coche contra la sede de Merkel
El coche colisionó con una valla de seguridad que protegía el edificio de la Cancillería de Alemania, mientras que se leyeron los mensajes pintados en su carrocería.
Aunque el vehículo no logró traspasar, porque se detuvo, el perímetro enrejado en el espacio público.
La policía detuvo inmediatamente al conductor, de mediana edad y quien posteriormente fue trasladado al hospital en silla de ruedas.
Este incidente, enciende las alertas que ya se han disparado en todo el país luego de los últimos actos terroristas presenciados por el viejo continente europeo. Apenas las autoridades han comenzado a investigar el proceder de esta persona mientras que en el coche no se han encontrado ni artefactos, ni explosivos.
También se desconoce con certeza si ha sido un acto accidental o si debido a lo expuesto, el ciudadano actuó de manera voluntaria, como todo parece indicar. Además, los mensajes pintados a los laterales del vehículo señalaban una posición anti-global.
Estos, indicaban de forma escrita lo siguiente: «parad la globalización» y «malditos asesinos de niños y ancianos».
Según el medio televisivo, NTV, alemán. La matrícula del automóvil pertenecía al oeste del país, en la región de Renania del Norte-Westfalia.
Pese a las alertas, Angela Merkel, siguió con su agenda programada para el día de hoy, miércoles 25 de noviembre, donde realizará una videoconferencia. En esta reunión con líderes políticos locales, donde se debatirá una extensión del bloqueo en la lucha contra la pandemia.
Otras fuentes indican que el detenido pretendía hacer llegar una carta a la canciller. Además, un comunicado del Ejecutivo afirma que en ningún momento existió peligro para los miembros del Gobierno o los trabajadores de la Cancillería.
