Después de que un grupo de protestantes se concentraran en Berlín para protestar contra las restricciones adoptadas para contener la pandemia del coronavirus, la policía decidió usar cañones de agua para dispersarlos. Más de cien personas fueron detenidas durante las manifestaciones convocadas este miércoles, 18 de noviembre, en la capital alemana para protestar en contra de las nuevas medidas que se han impuesto para controlar la propagación del Covid-19.
En protesta contra la tercera ley de protección de infecciones que se debatía este miércoles en el Parlamento, se han reunido en manifestaciones sectores tan diferentes como Ciudadanos del Reich (organización negacionista vinculada a la extrema derecha), grupos cristianos e incluso «médicos contra las vacunas obligatorias», explica el diario local Frankfurter Allgemeine.
Aunque la concentración legal había finalizado en torno al mediodía, la negativa a abandonar el lugar de miles de manifestantes llevó a la Policía a emplear cañones de agua para dispersar a los participantes, que según ha contado el cuerpo policial en Twitter, les habían atacado con «botellas, piedras, petardos y gas pimienta».
Después de que los agentes instasen a los manifestantes a respetar la distancia y utilizar mascarillas, como ya habían advertido las autoridades antes de la concentración, las fuerzas de seguridad intervinieron. Una portavoz de la Policía ha defendido que el cuerpo de seguridad actuó de forma comedida, «no al estilo militar», entre otras razones porque había niños en las protestas.
Por último, dentro de las 5.000 y 10.000 personas que se hallaban concentradas en la céntrica Puerta de Brandeburgo, sin contar a las que se encontraban en el Puente Marschall, se han confirmado más de cien arrestos, en su mayoría de forma breve. Esto llega un día en que cerca al Parlamento se aprobó, por 415 votos a 236, una ley para reforzar la capacidad de respuesta del Gobierno de Angela Merkel.
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