Italia desbordada ante la segunda ola de coronavirus que provoca hospitales saturados.
Italia desbordada ante la segunda ola del coronavirus. Los Hospitales han comenzado a atender a los pacientes desde sus coches y alertan de que o hay suficientes camas
Italia desbordada
Italia se desborda ante la segunda ola del coronavirus. Los hospitales italianos parecen no dar para más.
El Hospital de Cotugno, en Nápoles, está asediado por casos positivos. En la región de Campania se registran 50 nuevos ingresos al día, debido a este hospital de Cotugno que sólo trata enfermedades infecciosas.
La situación aquí, es crítica. Más de 300 pacientes están hospitalizados, un 60% por encima de la capacidad máxima.
Fuera del hospital, la situación no mejora. Un largo flujo de coches se amontonan a las puertas del hospital.
En la puerta, un guardia intenta que no se desborde el orden, mientras varias enfermeras andan entre los coches con un carrito y oxígeno. Algunos pacientes, los más graves, son sacados del coche y llevados en camilla adentro del hospital.
Vuelven las fatídicas imágenes de despedidas a las puertas del hospital. Los pacientes entran y son asistidos de forma urgente. Algunos en cuidados semi-intensivos, otros con máscaras de oxígeno y otros pasan directamente a estar intubados.
Situación límite en Nápoles
La situación en la región de Campania y en su capital, Nápoles, es extrema. La imagen de coches a las puertas de hospitales saturados, como el de Cotugno, alerta de la situación límite que se vive en la región.
Sin embargo, actualmente está marcada como zona amarilla sin mayores restricciones que un toque de queda y los lugares de ocio cerrados a partir de las 18 horas. Las autoridades ya están evaluando elevar el riesgo en esta región, junto a Véneto y Toscana, al nivel de zonas naranjas o rojas.
Italia sufrió 331 fallecidos este último fin de semana. Ayer, 9 de noviembre, se reflejó un descenso de contagios diarios, aunque los fallecidos en un sólo día aumentaron a 356.
Un total de 2.749 personas están ingresadas en las unidades de cuidados intensivos de todo el país, una situación límite. Algunos epidemiólogos del paìs advierten de que la situación «está fuera de control» y los médicos reclaman un confinamiento total de manera inmediata, para «evitar un dramático colapso de las terapias intensivas y más muertes».