Jill Biden es la nueva primera dama de Estados Unidos y afirma que seguirá trabajando como profesora de inglés en universidades comunitarias.
La ‘era Trump’ ha llegado a su fin y ahora se abre una nueva etapa de la mano de Joe Biden (77).
Poco a poco vamos conociendo más detalles acerca de este pero, ¿qué sabemos de la primera dama? Jill Biden (69) estudió en la Universidad de Delaware donde quedó embelesada por la enseñanza, razón por la que emprendió su trayectoria profesional como profesora de inglés en institutos y universidades comunitarias (públicas).
Actualmente trabaja en la Northen Virginia Community College y según afirman fuentes del The New York Times, mostró cierta reticencia cuando le pidieron tener mayor presencia en la campaña electoral de Joe Biden.
Su labor como educadora ha influido considerablemente en el programa electoral de su marido. Entre las propuestas más llamativas se encuentra la de ampliar a 300.000 el número de estudiantes que opten a las escuelas comunitarias. Además garantizar la financiación universitaria para las familias con ingresos inferiores a 125.000 dólares. Un dato curioso, pero acorde a esto que enunciamos, es su tesis doctoral que versaba sobre cómo disminuir el abandono escolar. Podemos deducir, por tanto, que su compromiso con la educación es bastante acusado. Y probablemente esto se reflejará en las acciones que Joe Biden emprenda en materia educativa.
Jill y Joe siempre se han apoyado mutuamente en toda su trayectoria profesional. Y por supuesto, también en la personal. La primera dama tan solo se ha apartado de su trabajo cuando nació su hija Ashley y al finalizar la campaña presidencial de Biden. Tampoco lo hizo cuando era segunda dama en la candidatura de Barack Obama. En una entrevista para Vogue afirmaría lo siguiente: «Me gusta trabajar. Como muchos de sus lectores, soy una mujer trabajadora. La enseñanza es mi pasión. Eso es lo que me encanta hacer».
Lo que sí está claro es que Jill Biden es completamente el polo opuesto a Melania Trump. Jill es una profesora discreta y con un profundo amor a la educación y a su familia. La carisma de la primera dama ha hecho acto de presencia en todo el entramado de la nueva presidencia de América. Y sabemos que su carácter y compromisos educativos influirán sobremanera en esta nueva etapa de los Estados Unidos.
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