La demócrata Sarah McBride de 30 años, es la primera mujer transexual que se convierte en senadora en EEUU. Comparte con Joe Biden el lugar de origen ,Wilmington, candidato a la presidencia.
Ha sido en el estado en Delaware, donde Sarah McBride se ha alzado ganadora obteniendo el 86% de los votos como candidata demócrata, frente a el candidato republicano, Steve Washington.
Este hecho se convierte en un auténtico logro para el colectivo LGTBI, y para las mujeres transexuales, que llevan muchos años luchando por ser aceptadas en puestos de trabajo relevantes. McBride no es la primera mujer que logra obtener un cargo en política en Estados Unidos, pero si es la primera que entra en el senado.
«Lo hicimos. Ganamos las elecciones generales. Gracias, gracias, gracias». «Espero que esta noche le muestre a un niño LGBTQ que nuestra democracia es lo suficientemente grande para ellos también».
Esta victoria le sabe muy bien a Sarah McBride, quien dejó claro que desde el bando republicano, habían hecho una oposición en su contra de índole ofensiva y bastante dañina.
Conocida por ser activista del movimiento LGTBI, donde ocupaba el cargo de secretaria de prensa nacional en la campaña de Derechos Humanos. Organización que la ha felicitado después de hacerse público su nuevo cargo;
«Estamos muy orgullosos de ti, agradeciendo el esfuerzo de Sarah y el apoyo de sus votantes».
La nueva senadora de Delaware, ha dejado claro su firme intención de luchar contra esta crisis que está dejando el coronavirus en su país. Sobre todo en el territorio en el que ella ostenta el cargo.
Junto a McBride se le suman cuatro legisladoras transexuales que ya tienen su lugar en diferentes estados; en Colorado, Brianna Titone, Danica Roem en la Cámara de Delegados de Virginia y en el estado de New Hampshire, Lisa Bunker y Gerri Cannon.
El alemán Mark Bryan tiene 61 años y usa falda con tacones para ir al trabajo, no es gay y tiene esposa, hijos y nietos.
Cinco muertos y casi 400 evacuados al chocar un avión comercial con una aeronave de la Guardia Costera en un aeropuerto de Tokio, Japón.