El pasado sábado, el Gobierno de Portugal anunciaba el confinamiento de gran parte del país, medida que hoy 4 de noviembre entra en vigor. Afecta a un total de 121 de las 308 comunas que hay en país, unos 10 millones de portugueses.
El confinamiento se extenderá durante 14 días y será más flexible, en comparación con el que se estableció durante la primera ola de la pandemia. Cada portugués tendrá el deber cívico de no salir de sus domicilios para tratar de frenar la expansión de contagios.
Uno de los puntos llamativos es que en esta ocasión, colegios y escuelas seguirán impartiendo clases presenciales. Las tiendas y comercios cerrarán a las diez y media, mientras los bares y restaurantes a las diez de la noche. Se permiten realizar espectáculos en el sector cultural, pero siempre con las medidas higiénicas y de seguridad.
Se permite también hacer deporte, o asistir a personas dependientes o mayores. Se promueve el teletrabajo siempre que las empresas lo puedan llevar a cabo. Sino se acudirá al puesto de trabajo.
Antonio Costa, presidente de Portugal declaró este pasado lunes, que es muy posible que se declare el estado de emergencia en los próximos días después de que pase por el parlamento. Dese el gobierno se quieren asegurar que todas las medidas aprobadas queden registradas legalmente, para no sembrar dudas en la población.
Otra de las medidas que se están evaluando son el toque de queda nocturno, como ya ocurre en otros países de Europa
Hace unas horas Costa publicaba un hilo de tweets donde explicaba al conjunto de la población, las medidas que se irán tomando durante estos días.
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