Más del 78 por ciento ha votado para poner fin a la Constitución de Pinochet.
Chile votó el domingo 25 de octubre para poner fin a la Constitución que Augusto Pinochet estableció en la dictadura de 1973 a 1990.
Más de 14,7 millones de chilenos estaban llamados a decidir, y la cifra de los que han ejercido su derecho al voto supera los siete millones.
Estas cifras suponen cerca del un 50,60%, según datos preliminares de la comisión electoral.
Los chilenos no solo han elegido una nueva Carta Magna, sino la vía para elaborarla: la llamada ‘Convención Constitucional’. Está conformada exclusivamente por miembros elegidos popularmente; por delante de la ‘Convención Mixta’, apoyada principalmente por los partidos de la derecha.
El referéndum, que fue aplazado por la pandemia y que tiene lugar en medio de restricciones sanitarias y con una economía mellada, busca descomprimir la grave crisis social que estalló en octubre de 2019. Violentos disturbios que estallaron en varias ciudades del país y que acabaron con una treintena de fallecidos, más de 34.000 heridos y unas 8.800 personas detenidas, tras una polémica y muy controvertida labor policial.
En 200 años de independencia, Chile ha tenido solo tres constituciones (1833, 1925 y 1980), con lo que esta sería la cuarta, pero la primera redactada por una convención ciudadana elegida en votación popular. La derogación de la Carta Magna fue una de las reivindicaciones en las multitudinarias manifestaciones del año pasado.
Sebastián Piñera, presidente de Chile
Sebastián Piñera, presidente de Chile, ha hablado de la votación para poner fin a la constitución de Pinochet. Se ha dirigido al país desde La Moneda, tras conocer los primeros resultados del plebiscito y ha manifestado que la participación ha significado «un triunfo de la ciudadanía», que ha hecho prevalecer «la paz sobre la violencia».
«Hoy los chilenos y chilenas han expresado libremente su voluntad, a través de las urnas eligiendo la opción de una convención constituyente que, por primera vez tendrá plena igualdad entre hombres y mujeres, para poder acordar una nueva Constitución para Chile», ha señalado Piñera.
El presidente chileno ha señalado que espera que esta nueva Constitución «sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro», después de reconocer que hasta ahora, la Carta Magna, legada por el dictador Pinochet había dividido a la sociedad chilena.
De salir aprobada y ratificarse el nuevo texto en otro plebiscito en 2022, «Chile dará una señal importante a Latinoamérica, luego de procesos constituyentes que han sido conducidos por figuras populistas para perpetuarse en el poder», apuntó Javier Couso, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Diego Portales, al diario Público.