Europa mantiene confidenciales los contratos con farmacéuticas para la adquisición de la vacuna contra la Covid-19, donde se tienen puestas todas las esperanzas para acabar con la pandemia. Los procesos de negociación con las empresas que están investigando la vacuna están envueltos en secretismo y las condiciones ni si quiera son conocidas por el Parlamento Europeo.
La carrera por conseguir la vacuna mantiene en vilo al mundo, que se acerca al millón de muertes reportadas en todo el planeta a causa del coronavirus. Aunque aún ningún ensayo clínico ha sido terminado y no contamos con un antídoto, los gobiernos garantizan ya la compra de dosis a través de contratos con empresas farmacéuticas: 300 millones de dosis reservadas con AstraZeneca, 225 millones de dosis con CureVac, 200 a Janssen y 80 a Moderna.
De este modo, la Unión Europea ha pre-comprado ya más de 1.100 millones de dosis.
Todos esos contratos de compras de dosis han sido confidenciales y nadie ha tenido acceso a ellos: no se conocen ni los detalles de los acuerdos, las personas que trabajan en ellos y los procesos de negociación son secretos y hasta ahora ni si quiera el Parlamento Europeo ha tenido acceso a ellos. Los problemas de transparencia no se han dado solo en el proceso de negociación por la vacuna de la Covid-19, sino que en España, por ejemplo, son confidenciales los contratos entre la administración sanitaria y farmacéutica a la hora de establecer los precios de los medicamentos.
La OMS ha solicitado reiteradamente que estos procesos sean menos opacos. Belén Tarrafeta, experta en gestión sanitaria y el acceso a los medicamentos, ha explicado que «se sabe muy poco sobre precios y nada sobre las condiciones de prepago, ni qué pasa si una vacuna falla. Tampoco está claro cómo se van a cumplir las cantidades y plazos de entrega.
Todo ello es fundamental para hacer planes y estrategias de vacunación, si hay vacuna. Y para aumentar la confusión tenemos las negociaciones bilaterales por un lado y multilaterales a través de COVAX por el otro, sin que nos acabe de quedar claro si los intereses de unas chocan con las otras, y qué negociación prevalecerá en caso de problemas de abastecimiento». Tampoco se sabe demasiado en materia de indemnizaciones si las vacunas dan problemas en pacientes o efectos no deseados.
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